El arranque de Colpensiones, que reemplazará al Seguro Social en la administración del régimen pensional de prima media (RPM), tendría un nuevo aplazamiento.
El inicio de operaciones de esta entidad, creada en el 2007, estaba previsto para el primero de abril pasado, pero se pospuso para el transcurso del segundo trimestre, que finaliza mañana.
Sin embargo, las pruebas y adecuaciones para comenzar en debida forma no han terminado y el Gobierno dijo que “Colpensiones arrancará cuando esté listo” y no informó una nueva fecha.
A la nueva administradora pasarán alrededor de un millón de pensionados y más de seis millones de afiliados a pensiones del Seguro Social (ISS) y de otras entidades pagadoras, como Cajanal (en liquidación) y Caprecom.
Además –y esta es una de las novedades que han aumentado el descontento del sindicato del ISS y otras organizaciones, como Anpiss, gremio de los pensionados– Colpensiones también administrará el esquema de los Beneficios Económicos Periódicos (BEP), un programa de mesadas inferiores al salario mínimo, para los trabajadores que, aunque afiliados al sistema, nunca se jubilarán, y para aquellos que no están ahorrando para cuando se retiren del mercado laboral.
Para los críticos de este paso, como el presidente del sindicato del ISS, Alberto Pardo, ese es el inicio de la desaparición y posterior privatización del régimen de prima media, para entregárselo a los fondos privados.
El ministro del Trabajo (e), Mauricio Olivera, reiteró que el RPM no se va a acabar y que, por el contrario, se fortalecerá con Colpensiones, que les responderá oportuna y adecuadamente a las solicitudes de los afiliados, y enfatizó en que “las pensiones son un derecho adquirido y no se pueden tocar”.
Colpensiones –insistió el funcionario– no tiene ni un solo peso del sector privado.
Igualmente, explicó a los asistentes al foro ‘Defensa del régimen de prima media’, organizado por Anpiss y Fincomercio, que la puesta en marcha de Colpensiones ha tomado tiempo “para no cometer errores, como sucedió en el campo de la salud”.
El ministro Rafael Pardo también ha dicho que toda la información sobre sus 6,4 millones de afiliados, aunque solo cotizan algo menos de dos millones, que pasarán del ISS a Colpensiones, estará garantizada por una plataforma de última tecnología.
DEMORA EN LOS BEP
El Gobierno había dicho que el primer semestre de este año lo dedicaría a la organización de los Beneficios Económicos Periódicos (BEP), que funcionarán mediante la apertura de cuentas de ahorro de los trabajadores con ingresos por debajo de un salario mínimo y de los afiliados a pensiones del ISS que no se jubilarán.
La demora en el arranque de los BEP, explicó Olivera en el foro, es que una transacción bancaria es muy costosa y se ‘comería’ buena parte de la consignación de las pequeñas cuantías que hagan los afiliados a este programa a las cuentas de ahorro mencionadas.
Por ello, Colpensiones está diseñando mecanismos de recaudo de bajo valor para que una consignación no cueste, por ejemplo, 3.600 pesos sino algo así como 500 pesos.