El presidente de Alquería, Carlos Enrique Cavelier, fue designado esta semana como uno de los seis ejecutivos latinoamericanos que ejecutan negocios de inclusión social en cooperación con la Corporación Financiera Internacional (CFI), del Banco Mundial.
El informe incluyó la historia de 14 ejecutivos de todo el mundo, y a Cavelier se le reconoce el aporte de Alquería para ofrecer medios de vida mejorados a las personas en zonas rurales.
También, por ser parte de los primeros empresarios que incorporan productores y consumidores de ingresos bajos o de ‘la base de la pirámide’ a las cadenas de suministro.
¿Cómo puede ser Alquería un negocio inclusivo y rentable?
Hay que verlo como una ganancia y salirse de lo que se hace normalmente, aunque represente mayores costos. Por ejemplo, los dueños de una pequeña finca o las cooperativas ponen sus casetas y la energía, y nosotros, un tanque o una planta.
Eso le da complejidad a la operación de una empresa, pero los beneficios en muchas partes son grandes.
En La Macarena, donde había zonas de violencia o cultivos ilícitos, irrigamos hasta 10 millones de dólares entre la gente, comprándoles materia prima, y hay que tener en cuenta que antes allí había mucha pobreza.
El resultado es que hemos aumentado la producción de leche de 50.000 a 70.000 litros diarios, y hemos cubierto unas 1.500 familias con programas. A final de año estaremos en los 80.000 litros.
¿Qué los impulsa a tener una responsabilidad más allá de la económica?
Porque los socios y la administración coinciden en acompañar la actividad de la empresa de lo social. Pero hace unos 25 años trabajé como coordinador del área agrícola del Plan Nacional de Rehabilitación (PRN), en el gobierno Barco, y me familiaricé con las necesidades de la gente, que en muchos casos son las mismas de hoy. Eso impulsa a seguir haciéndolo.
¿Por qué la CFI y el Banco Mundial respaldan a Alquería cuando solicita financiación?
Hace unos 10 años pensamos que podría ser un socio ideal, y coincidimos en que hacíamos cosas para beneficiar a mucha gente. Nos ayudaron en los códigos de gobierno, en el orden de los números. Llevamos con ellos unos 12 años, y ahora son socios. Son muy exigentes en manejo ambiental y la relación con el sector público y las comunidades.
¿Cómo le fue a la empresa en los nueve primeros meses del año?
Fueron tres trimestres muy duros, porque el precio de la leche ha estado creciente, y curiosamente con más volumen.
Pero estamos en los números estimados y, al final del año, podríamos crecer entre 6 y 7 por ciento en volumen en total y, en los productos procesados, entre 12 y 13 por ciento anual.
ALGUNOS DE LOS LÍDERES
Deji Akinyanju, Food Concepts (Nigeria), por reivindicar el trabajo de los agricultores para suplir de alimentos a su país.
Mike Fitzgerald, Altobridge Systems (Irlanda), por conectar comunidades remotas con servicios móviles.
Gonzalo Correa, Moderna Alimentos (Ecuador), que expande las oportunidades económicas a través de una red de 6.000 panaderías de pequeña escala.
Gyanesh Pandey, Husk Power Systems (India), por soluciones baratas en energía a pequeñas poblaciones
Sergio Leal, Vinte (México), que ofrece viviendas económicas y ecológicas.
Juscelino Martins, Tribanco (Brasil), que ofrece créditos y otros servicios financieros a pequeños minoristas.