La Contraloría General de la República les dijo al Ministerio de Minas y Energía y a la Agencia Nacional de Minería (ANM) que antes de seguir adelante con la negociación sobre la prórroga de los contratos de la minera Cerro Matoso, que explota níquel en Montelíbano (Córdoba), se debe verificar el cumplimiento del contrato actual.
En comunicación al titular de esta cartera, Mauricio Cárdenas, la contralora, Sandra Morelli, advirtió que las conversaciones se adelantan sobre un contrato con riesgo de legalidad que puede ser lesivo para los intereses de la Nación, según han dicho especialistas contratados por Ingeominas (hoy Servicio Geológico Colombiano).
“En particular, se debe tener especial claridad sobre el cumplimiento de las condiciones previas en lo legal, lo económico y lo ambiental, para adelantar una negociación con CMSA (Cerro Matoso)”, señala el documento.
Para la Contraloría, es vital que haya claridad jurídica sobre la aplicación de los acuerdos ya que, por un lado, existen cláusulas en el contrato de aporte 051 de 1996 sobre la continuidad de los contratos 866 de 1963 y 1727 de 1970, pero luego se adicionaron estipulaciones sobre regalías, reversión y prórroga en estos contratos, después de que estos se acogieron a la Ley 685 del 2001.
Señala que en el contrato de 1996 se fijó un canon de arrendamiento en función de las utilidades, después de impuestos, que no se relaciona con el valor de los activos sino con las condiciones inciertas del comportamiento del precio del níquel.
Además, este canon se calcula solamente con datos que suministra Cerro Matoso, “incurriendo en un evidente riesgo moral de validez de dicha información” y cuyo valor resultaría extremadamente bajo frente al monto real de los activos productivos que serían cubiertos por esta modalidad de arrendamiento.
La Contraloría le pidió al Ministerio de Minas verificar si las regalías que Cerro Matoso viene pagando desde el 2007 (cuando se renovó el contrato) son definitivas o provisionales.
“El yacimiento es conocido por el actual titular minero y ya se superaron, entre otros, los riesgos geológicos, exploratorios, tecnológicos, industriales y comerciales iniciales”, concluye la advertencia.