Aunque el presidente Juan Manuel Santos anunció hace unas semanas que desde marzo las importaciones de calzado y ropa tendrán aranceles que elevarán sus costos de entrada al país, el Gobierno abrirá una mesa de trabajo para analizar la medida.
Esa fue la conclusión de la reunión del ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados, con el presidente del gremio de los comerciantes, Fenalco, Guillermo Botero Nieto, y varios empresarios del sector comercio, que piden derogar la medida.
A la reunión asistieron el empresario Arturo Calle, representantes de las grandes superficies y voceros de marcas como Zara, Falabella, Calzatodo y Adidas, entre otras.
Botero reconoció que la situación es “tensa y compleja” y dijo que los empresarios quedan a la expectativa de los resultados de las reuniones, que ahora se inician con los expertos del Ministerio de Comercio porque los comerciantes mantienen su tesis de que los aranceles anunciados son inconvenientes.
Los empresarios le explicaron al Ministro que, por ejemplo, en el caso de los zapatos, los comercializadores organizados absorben toda la producción nacional y que no es suficiente para abastecer el mercado local.
“El país consume entre 110 y 120 millones de pares de zapatos y si la producción nacional llega a 50 millones es mucho, por lo que el resto debe ser importado”, insistió Botero Nieto.
En el caso del sector textil, se estima que el país produce el 10 por ciento de lo que se requiere. Incluso, en la reunión se presentó un empresario de la confección que reconoció que no estaría en capacidad de suplir lo que no puedan importar los comerciantes.
Según explicó Botero, algunos comerciantes consideran que, de tomarse la medida, tendrían que cumplir con compromisos internacionales ya adquiridos, por lo que el aumento de costos los llevaría a compensar con la disminución en la compra a la industria local.
Productores de calzado, a favor
Los productores de calzado aplauden aumentar aranceles porque se declaran víctimas del contrabando.
Luis Gustavo Flórez, presidente de Acicam, gremio que los reúne, advierte un crecimiento de la subfacturación en las importaciones de calzado.
Según sus cuentas, el volumen de calzado que ingresó a precios inferiores a un dólar por par es el 25 por ciento del total de las importaciones, lo que significa una amenaza para la industria nacional.