El desarrollo de comunidades en zonas campesinas con el potencial que tiene la producción del cacao, es el centro de una alianza creada por Luker Chocolate en asocio con USAID/Colombia, Enel, Fundación Saldarriaga Concha, Eafit y Fundación Luker.
El Efecto Cacao es un proyecto de desarrollo rural inclusivo y colaborativo que trabaja por el mejoramiento y desarrollo de las comunidades que cultivan cacao en el Bajo Cauca, Urabá y Centro Sur del Huila, el cual brindará oportunidades licitas.
(El cacao colombiano, uno de los mejores del mundo).
La inversión total de en el programa que está programado para los próximos cinco años asciende a US$35.1 millones.
La iniciativa incrementará la productividad de cacao a través de dos cultivos ancla, en Necoclí y en Huila, el primero de 550 hectáreas y el otro de 60 hectáreas, los cuales son propiedad de la compañía que tiene el chocolate como eje de sus negocios.
En estos puntos se espera irradiar y compartir tecnología y fijar los puntos de compra del producto.
Igualmente, la alianza contempla la intervención de 1.340 hectáreas de cacao de pequeños productores, con nuevas siembras y/o rehabilitación de cultivos, con el fin de aumentar la productividad, según explicó Pablo Jaramillo, gerente general de la Fundación Luker.
Así mismo, dentro de las acciones contempladas en el proyecto se destaca el mejoramiento de la capacidad organizacional de 17 asociaciones dedicadas a este producto, al tiempo que se logrará el acompañamiento de 20 iniciativas de emprendimiento de las familias de los cacaoteros, con enfoque de género, como medio para la generación de nuevos ingresos.
Programas productivos en otros campos y en otras regiones del país han demostrado el valor de apoyar a las mujeres a participar en ellos, dado el interés que tienen en ayudar al soporte económico de sus familias.
(Cacaoteros nacionales buscan agregar valor a su producción).
“Buscamos generar núcleos de desarrollo económico alrededor del cacao con visión del negocio, alineado a los requerimientos del mercado internacional atendido por Luker Chocolate", explicó Julia Ocampo, directora de Efecto Cacao.
Con esta estrategia, igualmente se promueve la legalidad y se mejoran las condiciones de vida de los habitantes de la zona que se dedican a la agricultura, dijo.
Por su parte, Jaramillo comentó que, comercialmente, la participación de los agricultores en la cadena de valor está asegurada. “Luker tiene el mercado en el exterior del cacao fino de aroma que puede vender con una prima importante que se distribuye entre los actores. Los cacaoteros tienen la garantía que les pueden comprar a un precio mejor que el ‘commoditie’, por lo cual la venta de lo que produzcan está garantizada”.
Según Luker Chocolate, la meta de esta alianza con Usaid Colombia, es tener productores con conciencia de calidad, productividad y sostenibilidad, gracias al trabajo de todos los aliados comprometidos con este proyecto planeado en el largo plazo, por las mismas condiciones del cultivo.
Según Julia Ocampo, esto se logrará “empoderando comunidades, fortaleciendo sus competencias sociales y empresariales transfiriéndoles conocimiento con formación y asistencia técnica, y activando redes que les generen valor, apoyados por aliados que comparten un mismo interés”.
Y si bien Efecto Cacao tiene un plazo de ejecución, Luker dice que estaría dispuesto a replicar la experiencia en otras regiones del país si los actores participantes están dispuestos a continuarla. Lo que sí se mantendrá en el tiempo es el plan de sostenibilidad que la Fundación Luker lidera con impacto social desde hace varios años, independiente de Efecto Cacao, afirmó Pablo Jaramillo.
Bogotá