Desde el primero de enero, Corona opera la tercer planta que adquirió en México y que la fortalece para incrementar sus negocios en Estados Unidos. Luis Fernando Mejía, vicepresidente de la División de Negocios de Baños y Cocinas de Corona, explica las implicaciones de esta adquisición y habla de la incertidumbre con que empieza el año por la crisis sanitaria. Cree que, en el caso de la compañía, los efectos del aumento de la vivienda nueva se verán hasta comienzos del año entrante.
(Corona adquiere planta de sanitarios en México).
¿De qué es dimensión fue la compra?
Es una adquisición importante, es una planta de muy buena tecnología, con un personal de buen conocimiento que unimos a nuestra red de 10 plantas que tenemos en el hemisferio para atender los mercados de México y Estados Unidos. En este momento vemos grandes oportunidades allí.
¿De cuánto fue el negocio?
Tenemos un convenio de confidencialidad y no podemos compartir la cifra pero es una buena adquisición para nosotros.
¿Qué marcas producen para esos países y en qué se ocupará la nueva planta?
Para México manejamos Corona y tenemos otra que se llama Ambiance. Y para Estados Unidos están dos marcas fundamentales: Mansfield que es la más grande, y Vortens que surte, básicamente, la parte sur de este país y se produce en su gran mayoría desde México. Tenemos es una red de plantas que sirven a los mercados en general.
¿Cómo queda esta planta respecto a las demás? ¿Será sujeto de adaptaciones?
La nueva requerirá inversiones adicionales para ampliaciones que pensamos hacerle a pesar de que tiene muy buena tecnología. Con esta planta y las posibilidades que tiene, vamos a tener suficiente capacidad para estos dos mercados.
¿Hay un plan para otro país este año?
No, nuestra estrategia sigue siendo mantener el mercado suramericano, especialmente el colombiano, tener muy fuerte nuestras operaciones en Centroamérica y la gran estrategia es seguir avanzando en entender cada vez más los mercados de México y Estados Unidos, que son muy grandes.
¿Tienen previstas otras compras?
En este momento no.
¿Cómo se ha afectado la operación con la pandemia?
Para Corona fue un golpe muy duro, porque para nosotros hablar de plantas de cerámica es hablar de hornos y apagarlos es una decisión que se toma cada 10 años para un mantenimiento. Tuvimos dos meses totalmente parados en Colombia, en Guatemala y tuvimos operaciones parciales en México. En Estados Unidos y Nicaragua, fue algo difícil.
En ese primer momento, estuvimos prácticamente con cero ventas y el segundo semestre el tema fue completamente diferente, lo cual hizo que las fabricas estuvieran ‘full’. Eso fue una buena noticia, aunque no compensó esos dos meses. Pero ha habido una aumento real en la demanda.
¿Cómo están las cadenas de suministro?
Hay un problema grande a nivel mundial de suministro especialmente desde China. Adicionalmente, las diferencias del gobierno Trump con China hizo que comercializadores de Estados Unidos buscaran cadenas más resilientes y es allí donde llega esta nueva planta porque vemos grandes oportunidades en Estados Unidos por esta razón. Los estadounidenses están buscando redes logísticas más resilientes y más cercanas.
¿Y cómo ve el mercado colombiano? ¿La dinámica en vivienda se nota?
Estamos al final de la vivienda nueva y todo ese impulso del Gobierno, que vemos con muy buenos ojos para el sector, nosotros lo veremos por allá al principio del 2022 o a mediados del año entrante. Actualmente, no lo vemos como tal en nuestra demanda.
¿Y entonces cómo será el 2021?
El negocio nuestro es de obra nueva y de remodelación. Estamos viendo un cambio en los hábitos del consumidor al estar más en sus hogares por el teletrabajo y esto ha dinamizado la remodelación, lo cual ha generado la demanda en el segundo semestre del 2020.
Pero este 2021 lo vemos con mucha incertidumbre, la verdad es que vamos con mucha cautela porque no sabemos exactamente qué es lo que puede pasar. Ahora Bogotá, Medellín y Cali está cerrando buena parte del comercio no esencial y eso para nuestro negocio es determinante y nos afecta.
Si bien vemos posibilidades también hay grandes incertidumbres en toda esta situación de la nueva ola de la pandemia.
¿Qué significa ir con cautela?
Básicamente, con las operaciones del año anterior quedamos con muy buenos pedidos, pero esta situación también conlleva a tener personal aislado porque en la compañía tenemos claro que lo primero que hay que proteger es a los trabajadores. Las medidas de bioseguridad que tenemos en nuestros centros de producción y en nuestros almacenes son de primer nivel y podemos garantizar que al nivel de nuestra compañía el cuidado es enorme hacia el personal. Sin embargo, la situación social que se viene viviendo hace que mucha gente tenga que estar aislada por dudas de que haya sido contagiada.
Eso, a su vez, afecta los negocios porque parte del personal tiene que permanecer en las casas y ese es el gran riesgo que tenemos que afrontar este año. Entonces cuando hablo de que hay que actuar con cautela es en referencia a que este año no sabemos qué va a pasar, si vamos a volver a un cierre total, ojalá no sea así. La cautela se traduce en que tenemos que cuidar nuestro capital de trabajo, no vamos a hacer inventarios superiores y debemos llevar el gasto también con mucha cautela, en general.