El mercado de capitales colombiano sigue siendo una alternativa apetecida para las empresas locales como parte de sus fuentes de financiamiento para sus planes corporativos.
A pesar de que la situación ha estado complicada para distintos activos en los últimos meses, por la turbulencia que proviene del exterior, la volatilidad de las monedas e incluso el enfriamiento de la economía, lo cierto es que este año, las emisiones de deuda corporativa en el mercado colombiano ya bordean los 3 billones de pesos.
La más reciente se produjo ayer, cuando Empresas Públicas de Medellín (EPM) colocó bonos de deuda pública interna por 630.000 millones de pesos.
Este monto se adjudicó luego de haber recibido una demanda por parte de los inversionistas que superó el billón de pesos.
Los títulos fueron colocados a plazos de 5, 10, 12 y 20 años, atados al IPC y los recursos serán utilizados para financiar el plan de inversiones de EPM, en su estrategia de crecimiento orgánico e inorgánico, según la vicepresidenta de Finanzas Corporativas de EPM, Diana Rúa Jaramillo.
Y es que si bien cuando se hacen las emisiones de deuda por parte de las empresas hay un apetito muy fuerte por parte de los inversionistas, la realidad es que el intercambio de estos títulos en el mercado tiene volúmenes particularmente bajos, si se tienen en cuenta sus dimensiones.
De hecho, el promedio diario de negociaciones con este tipo de títulos está levemente por encima de los 100.000 millones de pesos, un poco menos que las acciones y una mínima parte de lo que se mueve en deuda pública.
“Justamente el hecho de que el mercado sea tan grande, con una oferta amplia, en la que por cada emisor hay varios tipos de títulos, hace que la liquidez sea limitada”, explica Juan David Ballén, estratega de Renta Fija de la comisionista Casa de Bolsa.
Vale la pena recordar también que muchos de los inversionistas que compran estos títulos en las emisiones que hacen las empresas, prefieren conservarlos hasta su vencimiento en vez de sacarlos al mercado secundario.
Felipe García, director de mercado de capitales de Credicorp Colombia, explica que mientras que en las emisiones primarias los mayores jugadores son los fondos de pensiones, aseguradoras y comisionistas de bolsa en posición propia, en el mercado secundario los grandes participantes son bancos y casas de bolsa, pues son quienes compran esos títulos cuando algunos jugadores los quieren vender para destinar sus recursos a nuevas emisiones de plazos más largos.
LO QUE VIENE PARA EL MERCADO EN LOS PRÓXIMOS MESES
En cuanto a las emisiones de deuda, hay varias compañías que tienen cupos autorizados de endeudamiento vía bonos, principalmente bancos. Pero ayer, se dio a conocer que empresas como Renting Colombia y Credifamilia tienen planes de hacer emisiones en los próximos meses. Este año, la mayoría de las emisiones que han hecho las seis compañías que se lanzaron al mercado están atadas al IPC.
Y si bien se han flexibilizado los requisitos para que emisores recurrentes puedan acceder de manera más sencilla al mercado, lo cierto es que hay otros temas regulatorios que les están restando dinámica a la deuda, pero particularmente en las negociaciones del mercado secundario.
Con esto, se hace referencia a los indicadores de liquidez que se miden en las comisionistas de bolsa, y algunos límites patrimoniales para hacer este tipo de inversiones.
Igualmente, se estudia imponer o elevar las garantías sobre cierto tipo de operaciones.