Ni un terremoto, que aplazó el cierre de la negociación de ISA para la compra de una concesión vial en Chile, hizo tambalear este año la inversión y los movimientos de las empresas colombianas en el exterior.
Aunque posiblemente la cifra no superará la del 2005, cuando se contabilizaron inversiones en el exterior por 4.662 millones de dólares, este año se realizó la mayor adquisición de la historia por parte de una firma colombiana.
Se trata de la compra del grupo financiero centroamericano BAC Credomatic, que por 1.920 millones de dólares hizo el Banco de Bogotá, por medio de una filial. Al sumar ese negocio con los demás realizados fuera de Colombia, se contabilizaron 3.000 millones de dólares.
La segunda transacción por cuantía fue la compra que realizó EPM de Deca II, dueña del 80 por ciento de la Empresa Eléctrica de Guatemala, la distribuidora más grande de Centroamérica, y de Comegsa, la principal comercializadora. Las operaciones sumaron 635 millones de dólares. “Nuestra participación en el mercado eléctrico colombiano ya llegó a los límites permitidos por la regulación”, dijo en su momento el presidente de EPM, Federico Restrepo Posada, para explicar la transacción.
ISA cerró un acuerdo con Cintra Infraestructuras de España para adquirir, por 290 millones de dólares, el 60 por ciento que ésta tenía en Cintra Chile, principal operador de concesiones viales de ese país, con cinco carreteras de una longitud de 900 kilómetros.
En alimentos, el Grupo Nacional de Chocolates concretó, por 84 millones de dólares, la adquisición de la estadounidense Fehr Holdings, que produce galletas y tiene presencia en 43 estados de ese país.
También, Casa Luker ganó una puja a Alpina y otras empresas para adquirir la panameña Sociedad de Alimentos de Primera. La operación tuvo un valor cercano a 50 millones de dólares, unos 98.000 millones de pesos.
Paralelamente, Alpina y Quala firmaron contratos de maquila para producir, respectivamente, algunas de sus líneas de alimentos y refrescos en EE. UU. y Brasil.
En Ecuador, Avianca adquirió el 80 por ciento de Aerogal. De esa manera, a la alianza Avianca Taca, que posee 120 aeronaves y unos 100 destinos, suma 13 aviones y 11 rutas de la aerolínea vecina.
El Grupo EMI, que ofrece servicios de ambulancia, compró, por 1,8 millones de dólares, la salvadoreña Sociedad Servicios de Atención Médica.
Y la firma InterBolsa constituyó en Estados Unidos la firma InterBolsa Securities y compró en Brasil a Finabank.
El atractivo
Las incursiones de las empresas colombianas fuera del país les permiten, además de atender adecuadamente mercados vecinos cuando no lo pueden hacer desde sus plantas locales, diversificar las fuentes de ingresos y riesgo.
También son una consecuencia de la globalización y del hecho de que algunas compañías ya no pueden crecer más en el mercado interno, sea por regulación o porque Colombia les queda pequeña.
Ante los problemas del comercio con Venezuela, los empresarios se concentraron más en Centro América. De hecho, el banquero Luis Carlos Sarmiento Angulo, dijo que ese subcontinente es la zona de expansión natural tanto para la banca como para otros sectores, independientemente de que se recupere el mercado venezolano. Centro América tiene 84 millones de habitantes y en conjunto es la tercera economía más grande de América Latina.
Concesiones, mecanismo de expansión
Las concesiones fueron otra vía para que las empresas colombianas ganaran terreno en el continente: la Empresa de Energía de Bogotá (EEB) y Eléctricas de Medellín (Edem) se hicieron a una licitación para construir y operar la red de transmisión de energía más grande de Guatemala, de 850 kilómetros, y en la que prevén invertir unos 375 millones de dólares. Internexa adquirió en Chile una red de fibra óptica de cerca de mil kilómetros para ampliar sus servicios de telecomunicaciones, por 15 millones de dólares. En Perú, un consorcio en el que está una filial de Constructora Colpatria ganó una licitación para operar una carretera de 380 kilómetros, que se conecta con Lima, y la red vial central del país vecino.