Aunque hablar de ‘taxis aéreos urbanos’ suena aún a ciencia ficción, para Urban Air Mobility, de Airbus, es ya una realidad. De acuerdo con su director para América Latina, Darcy Olmos, de momento ya han realizado 15.000 vuelos en Sao Paulo y Ciudad de México con este sistema.
Y aunque todavía se utiliza un helicóptero para ello, están de lleno en la etapa de pruebas de modelos como CityAirbus y Vahana (eléctrico, cuatro y un puesto respectivamente) los cuales llegarían a la región lo antes posible.
¿De qué hablamos con movilidad aérea?
Para el 2030, el 60% de la población vivirá en las grandes urbes o megaciudades. Hoy, Latinoamérica supone el 8% de la población global con 600 millones de habitantes, y de hecho, más del 80% de habitantes ya vive en zonas urbanas.
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Es así que, con la convergencia de tecnologías como las digitales, la propulsión eléctrica, las baterías, internet de las cosas o los vehículos autónomos, junto con muchas otras, hacen que sea un momento propicio para co-crear una solución de movilidad complementaria para las ciudades.
Es un trabajo para mejorar la vida en las ciudades. Creemos que podemos abrir nuevas rutas y mejorar la movilidad de una forma en la que la movilidad actual realmente no lo puede hacer. Una vez que lleguemos al mundo vertical, que definitivamente dejemos atrás las carreteras, podremos ir a cualquier lugar, y esto se traduce en flexibilidad con un sistema que es complementario al actual.
¿Qué tan cerca está este tipo de movilidad de ser en una realidad?
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Latinoamérica fue la primera región en la que implementamos una aplicación de taxi aéreo en Brasil y en México (en Sao Paulo y Ciudad de México). En estas ciudades hemos transportado alrededor de 15.000 personas y el 60 por ciento de ellas es la primera vez que utilizan vuelos para la movilidad en la ciudad. Esto demuestra que nuestra intención es democratizar el aire y que la región tiene un potencial muy importante para el desarrollo de estas tecnologías.
¿Cuáles son los principales beneficios para las ciudades y economías?
Los beneficios pueden ser realmente múltiples. Claramente el primero tiene que ver con el impacto positivo en el medio ambiente a través de vehículos eléctricos que reducen las emisiones.
Otro, ayudar a las personas en todo lo relacionado con la conectividad, al tiempo que se ayuda en el desarrollo de ciudades policéntricas. Y, sobre todo, devolver a la gente algo que cada vez tenemos menos, que es el tiempo. En Sao Paulo un trayecto que toma unas 2 horas, gracias a esta tecnología lo podemos hacer en 12 minutos y eso es una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos.
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También añadiría el aporte al sector de la innovación, pues el concepto de Airbus es el desarrollo de un ecosistema, es decir, no solo el vehículo, sino que implica una serie de actores que tienen que ayudar a que este sistema sea una realidad, desde los reguladores, hasta la infraestructura. Hay beneficios reales y tangibles para hoy y el futuro.
¿Cuál cree que es el potencial de negocio que tiene esta movilidad?
En cierta medida, Airbus es una compañía que tiene medio siglo de experiencia en crear tecnología de vanguardia y, sobre todo, de hacerlo de una manera segura para los usuarios.
Por eso, para nosotros, más importante que el negocio es la seguridad y cómo este nuevo sistema va a ser integrado con las ciudades.
¿Cuánto se ha avanzado en regulación para que sea posible?
Ciertamente la regulación es algo fundamental, sobre todo porque una buena reglamentación implica una mayor seguridad para las personas que usan estos medios de transporte de movilidad urbana y eléctricos. En ese sentido, nosotros tenemos más de cinco décadas trabajando con los reguladores para que nuestras plataformas estén certificadas.
También estamos trabajando con los reguladores locales y regionales para hacer todo lo que corresponda para que los sistemas de movilidad cumplan con las normas vigentes y también las de futuro. Cuando hablamos de innovación, es también seguir avanzando para crear esa reglamentación para implementar este medio de transporte.
¿Cómo está la infraestructura para desarrollar esta movilidad?
En general, la infraestructura evidentemente es un reto, pero también una oportunidad. Gran parte de las megaciudades que surgirán en la próxima década están en el hemisferio sur del planeta, y como nosotros somos América Central y del Sur claramente van a estar en la región. Esto es una oportunidad importante para hacer un salto cualitativo y pasar de la infraestructura tradicional, como la carretera y el metro o el tren, que tiene costos más elevados que lo que costará un kilómetro de aire.
Urban Air Mobility, a través de una infraestructura que se basa fundamentalmente en helipuertos integrados con la ciudad va a permitir gran flexibilidad. En ciudades como Sao Paulo o Ciudad de México, que haya una infraestructura existente relevante nos ha permitido crear el servicio de taxi aéreo con la compañía Voom.
¿En cuanto tiempo sería una realidad?
Realmente ya es una realidad. Como hemos dicho, en estas ciudades este servicio ya existe, con plataformas tradicionales, pero eso es clave para ayudar a las ciudades para recibir a toda esta tecnología eléctrica y autónoma.
Más que pensar en cuál será la fecha exacta, nos preocupamos por hacer todo lo posible, de la forma más segura, para que esto sea una realidad más pronto que tarde.