Un ‘apretón de cinturón’ y nuevas innovaciones son los aspectos en los que trabaja Enka de Colombia como una forma de enfrentar asuntos como la crisis mundial o la revaluación del peso, indica el presidente de Enka, Álvaro Hincapié.
¿Cómo le va a Enka con esos vientos en contra de la economía mundial?
Estamos aprovechando para hacer unas inversiones que ya habían sido aprobadas desde el año anterior.
Se trata de un proyecto de cogeneración de energía que va a tener un impacto importante en los resultados de la compañía, de aproximadamente 9.000 millones de pesos anuales en ahorros.
Este es un proyecto que debe entrar a operar a mediados del año entrante y va a ser bien importante para nosotros porque el costo de la energía representa el 9 por ciento en la estructura de costos.
¿A cuánto asciende la inversión y de qué se trata el proyecto?
Es una inversión de 22 millones de dólares. Se trata de generar parte de la energía que consumimos en la empresa.
Es una térmica -con carbón- con un impacto importante para la región porque vamos a consumir, con este proyecto y otra caldera que tenemos para el vapor que la compañía requiere, más de 220 toneladas día de carbón.
Este va a venir de Amagá, por lo que tendrá un impacto enorme en la economía regional. Somos unos altos consumidores de energía en el país, entonces este es un beneficio importante para la competitividad de la compañía.
¿Este proyecto será para poner a trabajar las máquinas de producción de la fábrica o para toda la operación?
Con este proyecto podremos suplir entre el 70 y el 80 por ciento de la energía que la compañía requiere. Tiene una capacidad de 14 megavatios.
Vamos a tener unos costos de energía competitivos a nivel mundial y posibilidad de ahorros que nos van a ayudar mucho.
¿Cómo va el proyecto de hacer botellas PET a partir de las mismas botellas?
Estamos desarrollando el proyecto de botella-botella, que tiene una inversión estimada de 29 millones de dólares y debe entrar en operación a finales del año entrante y comienzos del 2014. Los ingresos para la compañía, a precios actuales, se estiman en más o menos 35 millones de dólares.
También analizamos la posibilidad de bonos CO2 por este programa de botella-botella y sería un producto completamente diferenciado y sostenible con unos beneficios sociales y ambientales enormes porque con toda la cadena de reciclaje y la planta que funciona actualmente se estarían beneficiando más de 9.000 personas. Además del consumo de energía, porque esto permite un ahorro del 92 por ciento de energía, que si se hiciera con materias primas derivadas del petróleo.
Esas dos plantas, cuando estén funcionando, van a generar un ahorro equivalente a tener una ciudad como Armenia completamente apagada. Y en emisiones de CO2, son un 72 por ciento menos que si se hicieran con materias primas vírgenes.
¿Todo esto hace parte del portafolio de Enka para hacerle frente a la crisis mundial?
Venimos trabajando muy fuerte en la parte de innovación en especialidades. Pensamos que esa es la forma como debemos atacar el mercado norteamericano y creemos que Brasil, a pesar de estar en recesión es una posibilidad importante para Colombia; entonces venimos estudiando bastante el mercado brasileño.
A pesar de la revaluación que hemos tenido, entre el 2003 y 2011 nuestras exportaciones pasaron de un 22 por ciento a un 32 por ciento, es decir que ha sido una compañía que en cambio de atender cuatro o cinco países en la región Andina, está atendiendo alrededor de 20 países a nivel mundial.
Atendemos 10 países en Europa y estamos, incluso, vendiendo algunas de nuestras fibras a India y Egipto, Estados Unidos, México, Costa Rica y toda Suramérica, de manera que nos hemos abierto bastante al mercado.
Sí se requiere tener unos costos competitivos y por eso estamos trabajando al interior de la compañía, en donde se ha hecho una reconversión de costos, teniendo economías muy importantes que nos permiten ser competitivos. Es lo que hemos venido buscando estos años.
El hecho de tener entre sus clientes a 10 países de Europa, ¿cómo los ha impactado?
Sosteniendo ventas, pero las ventas a Europa este año han sido menores que las del año pasado.
Es una de las causas de la reducción en las ventas, y definitivamente al tener una crisis en Europa, una crisis en EE. UU., un Brasil que no viene creciendo a los niveles que lo hacía y los países asiáticos con algo de desaceleración, eso afecta y por eso nuestras ventas bajaron 18 por ciento.
Al existir una desaceleración mundial, pues empieza a impactar el consumo y eso es lo que hemos sufrido los que tenemos productos amarrados a commodities como el petróleo.
¿Y el mercado doméstico cómo ha marchado?
Nosotros estamos viendo un repunte para el segundo semestre con mayores pedidos, y eso nos tiene muy entusiasmados. Históricamente, los segundos semestres han sido mucho mejores en la compañía y estamos viendo un repunte que ojalá se mantenga.
¿Y los TLC?
Son un tema importante porque la negociación en el sector textil fue benéfica pues cuando salgan prendas de aquí de Colombia, los hilos deben ser producidos en la región para dar origen, y vemos al sector textil con un enfoque muy importante al mercado norteamericano. Hay que seguir buscando especialidades.