Grasshopper, agencia colombiana de estudios en el exterior que opera desde Medellín, busca mercados en ciudades intermedias.
Actualmente tiene seis sedes en el país y dos en Australia.
Los planes para este año incluyen abrir dos sedes más en el país y otra en el exterior.
Se analizan opciones en Ibagué y Bucaramanga porque en esas ciudades falta oferta.
Actualmente, Grasshopper tiene la representación de 600 universidades en el mundo y el año pasado logró un crecimiento del 17 por ciento.
También tiene planes de entrar a México, mercado en el que se abren opciones gracias a un agresivo plan de becas oficiales que tiene en marcha el Gobierno.
Sebastián Barrientos, gerente de la compañía que tiene más de 15 años de fundada, explica que Colombia es el país que más estudiantes envía al exterior a hacer posgrados frente a otras naciones de Latinoamérica.
“Esto ha hecho que Colombia esté entre los mercados más apetecidos por las grandes universidades a nivel mundial”.
Eso, sumado al trabajo de atender a los clientes que hacen parte de grandes empresas.
Colombia mueve cerca de 45.000 estudiantes al año, pero cerca de 5.000 a 6.000 son de posgrados en el exterior. Solamente Estados Unidos movió el año pasado un mínimo de 3.500 nacionales interesados en posgrados. Australia también ha ganado protagonismo como destino: el año pasado acogió unos 15.000 estudiantes para cursar idiomas.
En general, se estima que es una industria que mueve de 90 a 100 millones de dólares al año.
Grasshopper se considera la firma que más estudiantes moviliza, con 4.000 al año aproximadamente. En el 2014, 600 ejecutivos salieron a estudiar al exterior. Barrientos destaca el crecimiento en la demanda de cursar pregrados en otros países, especialmente desde las grandes ciudades, ya que las universidades se quedan cortas frente al número de aspirantes a un título profesional.
LOS TRES FACTORES DE LA ASESORÍA A QUIENES VIAJAN
La ciudad, la universidad y el programa son los tres factores que, en conjunto, deben atraer a un estudiante para que su experiencia en el exterior sea exitosa, dice Barrientos.
Cerca del 70 por ciento de los estudiantes en Australia y Estados Unidos se quedan trabajando uno o dos años después de culminar el programa. De ese total, un 20 por ciento aplica a visas de trabajo. Los que retornan al país lo hacen con una idea de negocio o un contrato de trabajo acordado previamente.