FiberHome, la empresa de telecomunicaciones adscrita el gobierno chino que el año pasado facturó 3,3 billones de dólares, tendrá en los próximos días sede en Colombia. Así lo confirmó el vicepresidente de FiberHome International, Jason Wang, quien precisó que la apertura será a mediados de este año en Bogotá.
“Nosotros nos especializamos en productos optoelectrónicos, es decir que producimos fibra, pero también le proveemos desde el un chip hasta soluciones completas de redes, pasando por cables, accesorios y equipos que facilitan la conectividad”, explicó Wang.
FiberHome ha estado en el país desde el 2009 a través de aliados nacionales y con negociaciones directas desde su fábrica en Pekin para grandes clientes. De hecho, ha regado fibra óptica con la firma TV Azteca dentro del programa Vive Digital, que emprendió el Gobierno y trabaja también con ETB. Sin embargo, el crecimiento del mercado la hizo decidirse por la operación directa.
Explicó que a pesar de que se trata de una compañía joven –poco más de una década de vida–, pronto copó el mercado de su país y emprendió la expansión hacia el sudeste asiático y América Latina. Hoy día el 25 por ciento de su producción va a la exportación.
“Como nuestro nombre lo indica, nuestro objetivo es colaborar para que en todos los países la fibra llegue a los hogares, porque cuando esto pase, los usuarios van a tener muchos más servicios y de mejor calidad”, anotó.
CRECIMIENTO HACIA LATINOAMÉRICA
En América Latina, la compañía además en Ecuador, Bolivia, Perú y Brasil, México, Argentina, Uruguay y Chile.
En el 2013 su facturación en región alcanzó los 60 millones de dólares, de los cuales 10 millones fueron de Colombia. Ahora, proyecta que en los próximos tres años las ventas crezcan a un ritmo del 50 por ciento anual en el país.
Si el plan se da, la intención es asociarse con empresas del mismo sector (como ETB, Telefónica, Une o Claro, por ejemplo) y universidades para montar un centro de innovación. “El fin es traer no solo tecnología sino conocimiento”. Wang no descarta tampoco, a mediano plazo, abrir una planta, como ya ocurrió en Ecuador, donde se construye una fábrica de fibra óptica con inversiones por 10 millones de dólares.