Significó una inversión de 16 millones de dólares, el año pasado, de los cuales 2,3 millones se destinaron a la protección al medio ambiente, a través de sistemas de control de emisiones de gases, celdas de seguridad, apoyo a programas de conformidad ambiental y recolección de chatarras.
También del monto total, 6,5 millones de dólares se invirtieron en el aumento de la capacidad en las dos plantas, con lo cual generarán más productividad y contarán con equipos de tecnología de punta para la protección del medioambiente.
A esto hay que agregarle la apertura de plantas de corte y doble en Santa Marta, Barranquilla, Ibagué, Manizales, Tocancipá y Bogotá, en las que la firma aportó recursos por 5,5 millones de dólares.
Esas instalaciones buscan entregarle al constructor, sin importar el tamaño de la obra, barras corrugadas dobladas y cortadas a la medida, así como las mallas necesarias para el refuerzo del concreto.
Voceros de la compañía explicaron que “eso tiene especial relevancia, ya que se garantiza la puntualidad en el cronograma de las obras del constructor y un producto de calidad en tamaño, cantidades, dimensiones y de doblado necesarias, de acuerdo con la norma técnica colombiana vigente”.
Incluso, agregan, posibilita ahorros para el constructor en cuanto al manejo de acero en la obra y evitando desperdicios y riesgos de seguridad de los operarios, innecesarios.
Las inversiones restantes fueron destinadas a la optimización de las redes de distribución para estar más cerca del cliente y en el mejoramiento de los procesos de fundición, seguridad operacional y seguridad industrial para los colaboradores de Gerdau Diaco.
Redacción de Economía y Negocios