En entrevista con Yamit Amat para EL TIEMPO, el presidente de la junta directiva de Avianca, Germán Efromovich, hizo un balance de lo que para la compañía el paro de pilotos adelantado por la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles (Acdac). Efromovich reiteró la posición de la compañía de no tomar represalias contra los pilotos, pero que se adelantarán los procesos disciplinarios necesarios.
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Para Efromovich, el hecho de que los pilotos hayan decidido levantar el cese de actividades es algo positivo después de toda la afectación que por este paro se generó para la compañía, para los viajeros y para el país.
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“En Avianca, al igual que en todo el país, estamos muy complacidos con esta decisión. Con esto se pone límite al daño profundo que se hizo a los viajeros, a Colombia y a la empresa, y que se hicieron a sí mismos los pilotos de Acdac. Creo que han dado un paso en el camino correcto. ¡Más vale tarde que nunca!”, señaló.
En cuanto a las posibles sanciones a las que podrían estar expuestos los pilotos que participaron de la huelga, Efromovich fue claro en trazar las diferencias entre aquellos aviadores que, asegura, fueron presionados por “un grupito de pilotos que integran la junta de Acdac”, y aquellos que provocaron el paro.
“Algún tipo de sanción se va a imponer. Habrá casos de sanciones livianas o casi ninguna. También habrá casos tan graves donde los involucrados tendrán que ser desvinculados de la compañía. A los miembros de la junta de Acdac que provocaron el paro ilegal y ocasionaron tanto daño se les dirá: “Muchas gracias, ustedes no califican para pertenecer a esta familia”,”.
Frente a la pregunta sobre si el paro adelantado por los pilotos fue o no ilegal, el directivo aseguró que esa determinación le corresponde a la justicia colombiana, en las instancias donde se está llevando el caso.
Puntualizó que “la Constitución y la ley son claras cuando definen qué es un servicio público esencial. La ley también es clara en definir que una minoría no puede parar a toda una empresa. En este caso, el voto de 259 pilotos no podía parar una empresa de 8.500 trabajadores, como lo es Avianca en Colombia. (…)El Tribunal Superior de Bogotá ya falló la ilegalidad de la huelga en primera instancia. Esperamos que la Corte ratifique el fallo de ilegalidad de la huelga, por la forma como se convocó”.
Las razones por las que se llegó a la situación de cese de actividades se resumen, según Efromovich, en “un pliego de peticiones insólito”.
“Pidieron al principio un aumento de 60 por ciento, fuera de una serie de peticiones que culminaban con un valor al presupuesto anual de Avianca de 200 millones de dólares; Avianca no gana eso. Si Avianca acepta una petición así, quiebra en seis meses. Pedían tiquetes sin límite para el piloto y toda su familia en clase ejecutiva para siempre, a cualquier país del mundo adonde vuele Avianca. Pidieron un iPad para cada uno, pero con la advertencia de que no estaban obligados a responder ‘emails’. No aceptaban ninguna notificación por correo, sino que debía ser entregada en papel por escrito en la mano... Y locuras así”, respondió Efromovich a Yamid Amat.