De hecho, en modalidades diferentes a los préstamos para las empresas aún tiene una participación baja, no solo frente al sistema sino en su portafolio.
De los 96,5 billones de pesos que tiene en cartera, el 28,8 por ciento corresponde a crédito de consumo y en préstamos de vivienda está el 6,8 por ciento, explicó el vicepresidente financiero del Grupo, Diego Solano.
En el caso de consumo, el año pasado crecieron 7,7 por ciento. Aquí, están revisando producto por producto para ver cuáles pueden ampliar y, además, se están fortaleciendo áreas como las tarjetas de crédito, aprovechando la tecnología que tienen en el BAC Credomatic y que pueden adaptar a otros bancos del Grupo.
En el caso del crédito hipotecario, el crecimiento fue de 50 por ciento el año pasado, como resultado de que ya llevan dos años trabajando en ampliar su presencia en la financiación de vivienda.
Una de las estrategias para continuar con el crecimiento es priorizar sus cerca de 8 millones de clientes actuales, ofreciendo productos adicionales a los que ya tienen y con mecanismos como la compra de cartera que tengan en otras entidades.
En cuanto al microcrédito, la clave será el desarrollo de tecnología como la banca móvil, que les permita atender a más personas con menores costos.
"Buscamos llegar a esos segmentos de manera permanente, estable y rentable", afirma Solano.