Son dos extranjeras las nuevas empresas que han manifestado su interés por participar en la puja por la compra de las acciones que tiene la Nación en Isagen, y al menos una podría presentar este miércoles sus documentos para la segunda fase de precalificación de los interesados.
Se trata del fondo Brookfield Asset Management, un fondo de inversión canadiense que ya tiene presencia en Colombia a través de una participación controlante en la Empresa de Energía de Boyacá, Ebsa, adquirida en el 2012.
Esta firma inició desde el pasado 27 de marzo ante la Superintendencia de Industria y Comercio un “procedimiento de autorización de una integración empresarial”, que es requisito indispensable para comprar las acciones, en caso de ser precalificada.
La otra firma que ha manifestado interés en sumarse a la lista de empresas participantes en la subasta de las acciones de Isagen, es la chilena Colbún, que hace parte del poderoso grupo Matte. Esta empresa tiene 15 centrales hidroeléctricas, 7 termoeléctricas, 892 kilómetros en líneas de transmisión y 17 subestaciones en Chile.
Dado que no tiene activos de energía en Colombia, no requiere pasar por el proceso de aprobación en la Superintendencia.
Tampoco es tan claro el mecanismo que utilizaría para entrar en la subasta, pues en el mercado se rumora que podría participar mediante una alianza con otras de las firmas que ya están precalificadas.
Lo cierto es que desde febrero la chilena creó su filial Colbún Desarrollo SpA, cuya misión es invertir en activos de energía en Suramérica y anunció que había empezado la recopilación de documentos para participar.
“De resultar precalificada, el directorio de Colbún adoptará la decisión de proseguir o no en este proceso de subasta pública de acciones de Isagen, cuya fecha aún no está determinada”, dijeron voceros de la empresa de energía que aporta 2.962 megavatios de capacidad al Sistema Interconectado Central de Chile.
En la lista de precalificadas ya están la francesa GDF Suez, a través de su grupo empresarial Generco, la española Gas Natural Internacional, la estadounidense Duke Energy y la firma asiática China Haudian Corporation.
GDF Suez es la única de las precalificadas que presentó los documentos para reafirmar su intención de participar. Sin embargo, las otras que están en el listado todavía pueden presentar los papeles requeridos.
De Colombia, fueron precalificados el Grupo Energía de Bogotá, que ya anunció que no estaba interesado en ofertar dadas las condiciones que les impuso la Superintendencia para participar en el proceso; y el consorcio EPM-Cemig, que renunció porque para la empresa brasileña “no fue posible lograr una estructura financiera que permitiera alcanzar un retorno adecuado de la inversión para ser aprobada por su directorio”.
Así las cosas, a menos que ocurra una sorpresa en la nueva fase de precalificaciones, la lista de candidatos para quedarse con Isagen estaría conformada por extranjeras.
¿BUEN NEGOCIO PARA QUIÉN?
Esta nueva etapa del proceso de precalificación llega justo en medio de un debate político y económico sobre las ventajas de la venta de Isagen.
Para el economista Eduardo Sarmiento, la cifra de los 5,2 billones de pesos que espera recibir la Nación por la venta de su participación de 57,61 por ciento en la empresa de energía se queda corta.
Por un lado, porque el cálculo inicial (de 5 billones de pesos) se hizo antes de que se culminara la construcción de la central hidroeléctrica del río Sogamoso y el incremento hecho no considera esta alza en el valor patrimonial de la firma, asegura.
“La otra es que la empresa se vende en un momento inoportuno. La valoración que se hizo hace dos años en 5 billones de pesos, cuando el dólar estaba en 1.900 pesos, apenas se eleva a 5,2 billones de pesos. La suma que el país recibiría en dólares se reduciría en más del 25 por ciento”, señaló el experto.
Este martes en el debate de control político que se le hizo al proceso de venta de Isagen, en la Comisión Quinta del Senado, también quedó en evidencia una fuerte oposición política en contra de la enajenación de este activo.
Incluso se escuchó en el recinto la propuesta de no votar el Plan Nacional de Desarrollo hasta que el Gobierno desista de la venta de Isagen.
El senador Jorge Enrique Robledo, uno de los principales opositores al proceso, dijo que se trata de “un negocio chimbo” porque se cambia una empresa rentable y sólida por una inversión de riesgo y bajo retorno como son las vías de cuarta generación.
La senadora Maritza Martínez le exigió al Gobierno que explicara por qué no se pueden reemplazar los recursos que espera recibir de la venta de Isagen por otros mecanismos de financiación.
De acuerdo con el Gobierno, con la venta de las acciones, Isagen y sus activos permanecerán en Colombia, pues a través de las concesiones de cuarta generación podrán llevar estos recursos a un sector de gran potencial: el de la infraestructura.
Así que, a pesar de la oposición el proceso de venta seguirá su curso.
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