El campus de Startups HubBog está dispuesto a impulsar en los próximos años más emprendedores.
Este fue el primer espacio de coworking de Colombia y el quinto en Latinoamérica. Además, en su momento fue el más grande de la región, con 600 metros cuadrados. “Fuimos el primer lugar que con el concepto de espacio de trabajo empezamos a ofrecer academia. Hoy en día esto es común y es un estándar”, asegura René Rojas, cofundador y CEO de HubBog.
“Lo que nosotros hacemos es un proceso constructivo de un modelo que hoy es autosostenible para acompañar a los emprendedores en su proceso de nacimiento, crecimiento y transformación”, explica el directivo.
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Desde allí atienden tres segmentos de emprendedores. El primero es aquel que tiene una idea y quiere materializarla en ventas y el segundo tiene que ver con la empresa que factura, pero quiere aumentar sus ingresos. También está el grupo de firmas que llevan 10 o 20 años en el mercado y busca ajustar su modelo de negocio al ritmo del cambio tecnológico que se está viviendo.
Esos procesos pueden durar entre 10 y 20 semanas y, según Rojas, la firma tiene cómo sustentar los resultados: el 76% de las empresas que ha acompañado y que son más de 210 están vivas, a lo largo de la historia. Y este año lo cerrará con 62, de las cuales 40 están graduadas y el resto está en el proceso.
HubBog se propone generar 2.000 emprendimientos en los próximos cuatro años. Para lograrlo, se pondrá a la tarea de contactar a grandes empresas, sobre todo a aquellas que ven que su modelo de negocio está peligrando o a las que les está ‘doliendo’ la transformación tecnológica. En ese grupo, Rojas incluye a la banca, los grandes comercios y la telefónicas.
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La idea es que participen en esa aceleración, con el fin de estimular esos 2.000 emprendimientos. De ese universo podrían salir 200 que estén a la altura de las expectativas de los inversionistas de esas grandes compañías, afirma.
Inteligencia Artificial, big data, blockchain y machine learning están acabando con modelos tradicionales de negocio y están transformando el proceso mismo de emprender.
LA ESTRATEGIA
A su juicio, el éxito de este campus está en tomar distancia de la teoría y la academia para dar paso a metodologías disruptivas en donde encontrar microproblemas del mercado es la esencia de la exponencialidad de las ventas.
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“Si yo quiero vender rápido y crecer rápido, hay que plantear soluciones con tecnología para resolver esos ‘microproblemas’ de una manera que represente menos tiempo, menos desgaste y menos dinero para el usuario final”, sostiene el experto.
El aprovechamiento de herramientas como la inteligencia artificial es una de las opciones para dar paso a la solución. A su juicio, las metodologías de acompañamiento, basadas en los planes estratégicos de negocios y estudios de mercado, son obsoletas.
“Hoy en día hay que acompañar al emprendedor en un proceso de encontrar, a través de las redes sociales y las herramientas tecnológicas, soluciones diferenciadas. Si no se tienen en cuenta esos recursos, se caerá en el error de generar más de lo mismo. Por ejemplo, ya no funcionan las páginas web, porque eso era novedoso en los 90”, insiste.
Más bien, es partidario de que el emprendedor aprenda de los errores. “Si no nos equivocamos, no aprendemos”, comenta.
De hecho, las grandes corporaciones tienen la falla cultural de sancionar y hasta despedir al que fracase en un proyecto, cuando lo que puede pasar es que detrás de esa situación aparezca el producto o el servicio innovador.
LOS RECURSOS
Detrás del desarrollo de la idea y la generación de un modelo de negocio acertado que se refleje en ventas significativas está la red de ángeles inversionistas que ha creado el campus. Hoy está por encima de los 80. “Somos personas que invertimos hasta US$200.000 en este tipo de empresas. De manera colectiva hemos hecho inversiones de US$600.000”.
Los emprendedores logran cambiar su modelo de negocio con la incursión de tecnología, llegan a ventas exponenciales y están listos para presentarlos a personas que creen en el beneficio financiero de las startups.
Con regularidad, el campus convoca a rondas de inversores. Este año se completarán seis y para el 2019 se organizarán más, porque estará disponible un mayor número de emprendimientos que llamarán la atención de los inversionistas. El cofundador de HubBog explica que, en total, se han hecho 15 inversiones y la valoración de las empresas que se han acelerado asciende a los US$200 millones.
“Nos hemos puesto en la tarea de crear esta generación de ángeles inversionistas. Son personas jóvenes que han roto con la tradición de aspirar a tener casa, carro y finca, y prefieren apostar por el desarrollo de emprendimientos con sus ahorros. Son millennials maduros que destinan sus recursos de forma diferente. El inversionista ya no es el adinerado, aunque aún aparecen, pero no es el perfil que está llegando”, detalla Rojas.
El crecimiento de esa nueva fuerza de inversionistas le ayudaría mucho al país. En Estados Unidos hay 300.000 ángeles, pero en Colombia la cifra no llega a 1.000.
De todas maneras, agrega, en la medida en que la aceleradora genera nuevas iniciativas, aparecen más oportunidades de inversión, y si bien no todas logran crecimiento que superen las expectativas se hacen autosostenibles y generan beneficios para el fundador, crean empleos y traen rentabilidad a quienes le creen al proyecto.
Incluso, dice Rojas, uno de los mensajes a los que aportan recursos a los proyectos está que entregar recursos a ideas no es lo recomendable, ya que el emprendedor debe presentar una iniciativa que ya esté probada como negocio y que, efectivamente, reporte ventas significativas.
PREVISIONES DE CAMBIOS PARA EL AÑO ENTRANTE
El 2019 será el año de convergencia explosiva entre los sectores y todas las posibilidades que da la tecnología para el crecimiento de la economía, dice René Rojas. El experto considera que las perspectivas se notarán especialmente en agro, salud, movilidad y tecnologías de la información. A su juicio, todos los planteamientos que se han hecho sobre la necesidad de que el país avance en el emprendimiento y el desarrollo de la economía naranja, así surgieran desde el punto de vista político es un factor que estimulará la transformación.
El interés persistente de los inversionistas y la ubicación estratégica de Colombia también favorece el panorama.