“Esta es una nueva IBM, que definimos como una startup de 80 años”. Así se refiere Federico Martínez, gerente para Colombia de esta multinacional de la tecnología, al proceso que está viviendo la compañía ocho décadas después de su llegada al país y con más de 106 años desde que fue creada en Estados Unidos.
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En los últimos tiempos, pasó de ser uno de los principales proveedores de hardware a incursionar en el mundo de las soluciones cognitivas usando plataformas en la nube para las industrias. Eso se ha reflejado en su oferta dentro del territorio nacional desde el año pasado.
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“Pasamos de vender PCs a modelos cognitivos que cambian la forma en que va a ser el futuro en Colombia”, explica Martínez.
Pero no se trata solo de eso. Otro cambio sustancial es que antes IBM global, y también la local, estaba acostumbrada a dirigirse solo a las grandes empresas y hoy busca afanosamente formar ecosistemas para permear también a las pequeñas, pues requiere de una mayor capilaridad para mantener su facturación a flote. En especial, le interesa establecer una conexión cada vez más creciente con los desarrolladores digitales.
Para el directivo, aunque es un gran reto ‘comenzar de nuevo’, hay una oportunidad en ello. “Usamos nuevas metodologías, algunas design thinking, que es juntarse con los clientes a buscar las soluciones, con lo cual se reducen los tiempos. Estamos muy enfocados en la experiencia del usuario final, les ayudamos a definir las experiencias y nos estamos acercando mucho a concebir soluciones que hagan match con lo que necesitan”, cuenta.
Igualmente, eso los obliga a ser más ágiles, algo retador para un gigante que por años cultivó una estructura pesada. “Una ventaja que tenemos al ser tan grandes es que aprendemos de muchos lugares y ya sabemos cómo se adaptan al mercado más rápido los países más desarrollados, y naciones como la nuestra pueden pegarse a esos cambios”, dice Martínez.
Hoy en día, explica, hacia adentro, están hablando mucho de colaboración, de acabar con el modelo de administración jerárquico y buscar cómo entre todos crean cosas disruptivas de manera más rápida y versátil. El otro propósito es acercarse más al cliente final.
“Por ejemplo, tenemos una plataforma en la nube, que se llama bluemix, y permitimos que la gente acceda a herramientas de software que antes debía comprar y licenciar, pero ya puede adquirirlas usando tarjeta de crédito. Eso nos ha cambiado la vida, porque tanto grandes como nuevos clientes perciben a una IBM que está con las nuevas tendencias”, dice el directivo, quien clara que, de todas maneras, el trabajo en la creación de máquinas robustas aún es importante “porque aunque los servidores y grandes máquinas ya no son tan atractivos para que los compre una empresa, sí se deben seguir desarrollando para apalancar la parte cognitiva”.
CONTRASTE LOCAL
Por política corporativa, Martínez no da información cuantitativa sobre la operación local; sin embargo, sostiene que no lleva la misma tendencia negativa de su corporación, que en 21 trimestres consecutivos ha visto bajar sus ingresos –según reportó a principios de este mes–, siendo uno de los factores la reconversión de su operación, pasando de vender máquinas de alto costo a un modelo en el que el cliente paga por consumir un servicio.
En Colombia, dice, el 2017 ha sido un buen año para ellos, porque el mensaje acerca de la necesidad de digitalizarse está calando y todo mundo lo está adoptando con el fin de buscar eficiencias, lo cual es una oportunidad dada la naturaleza de la compañía.
“Un cliente que me diga: ‘Necesito mejorar la eficiencia operacional de mi empresa y no usar tanto papel, más automatización y tiempos de respuesta más cortos’, ese es el tipo de soluciones que proveemos”, anota Martínez, quien augura que el incremento en la operación continuará en los próximos años.
El desafío concomitante con el aumento de los usuarios de sus servicios es mejorar la rentabilidad, agregando valor a su oferta.
Para dar una idea de la operación en el país, Martínez cuenta como el 90% de la banca colombiana procesa sus datos con ellos y, también, un porcentaje igual de sus transacciones electrónicas pasa por IBM. Así mismo, cuenta con una buena porción de clientes entre los más importantes retailers.
Al preguntarle por los planes en el país, el Gerente nacional de IBM responde que buscarán seguir penetrando en nuevos mercados y apoyar cambios que tengan repercusiones sociales. “Tocar temas de seguridad me encantaría, tanto física como cibernética, para que la gente vea soluciones que ayuden a reducir la percepción de inseguridad. Me encantaría poder tocar igualmente las áreas de salud y la educación”, puntualiza.