Tener el puerto más moderno del país se ha convertido en la punta de lanza de Cartagena para atraer inversionistas interesados en echar raíces en el Caribe.
Esto, y el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, hace que soplen buenos vientos para el barco de la inversión industrial extranjera y nacional en La Heroica.
Aunque las principales cadenas hoteleras del mundo levantan por estos días sus edificios en las zonas turísticas de la ciudad, un reporte de Invest in Cartagena, la agencia de promoción apoyada por la Alcaldía, la Gobernación, la Andi y la Cámara de Comercio, muestra que la industria no se queda atrás y en los primeros cuatro meses del año las inversiones que llegaron para el sector igualan a las del turismo.
Ambos sectores captaron cada uno un 30 por ciento de los nuevos proyectos. Al respecto, María Camila Salas, directora de competitividad de la Cámara de Comercio de Cartagena, destacó en mayo y junio las inversiones para la industria alcanzaron el 40 por ciento de la torta de nuevos proyectos.
El informe de Invest in Cartagena también detalla que desde el año pasado 11 empresas se han instalado en la ciudad. La inversión realizada por estas compañías alcanza los 112 millones de dólares y se espera que terminen generando 1.100 empleos cuando estén consolidadas.
Compañías como Martifer, de Portugal, una multinacional del sector metalúrgico y de energía, y Schaeffler Group, de Alemania, que tiene 76 mil empleados alrededor del mundo y es un reconocido proveedor de la industria automotriz, ya soltaron anclas en La Heroica.
El arribo de recursos
Se destaca, además, que hay empresas en etapa de exploración que podrían terminar invirtiendo hasta 800 millones de dólares en los próximos años.
Para el 2013, la expectativa es que las inversiones alcancen los 200 millones de dólares.
Los promotores de la ciudad tienen los ojos puestos en los empresarios de Estados Unidos y Canadá, en Norteamérica, y de España, Francia y Alemania en Europa.
En la región buscan a inversionistas en México, Brasil, Chile, Perú, Argentina y Venezuela. Salas añadió que sumado a las inversiones de afuera, hay proyectos de inversión de empresas que ya están en Cartagena que ascienden a los 15 mil millones de dólares.
Entre esos se destaca la expansión de la Refinería de Cartagena, y empresas del sector químico, plástico, materiales de construcción y de alimentos.
El economista Jorge Alvis, investigador del Instituto de Estudios para el Desarrollo de la Universidad Tecnológica de Bolívar, le dijo a Portafolio que la llegada masiva de inversionistas pone el reto de crear políticas sólidas de inclusión productiva, para que los cartageneros sean beneficiados por los nuevos empleos.
“Para que las empresas vinculen a las personas de más bajos ingresos se necesita un proceso de formación para el trabajo. Así es como el TLC puede terminar impactando positivamente el desarrollo de la ciudad y de los más pobres. En el tema, por ejemplo, Reficar ha avanzado mucho capacitando a la gente para trabajar en el proceso de expansión”, señaló el académico.
Alvis agregó que es clave que el Distrito, la empresa privada y los centros de formación trabajen juntos en este proceso. “En la administración de Judith Pinedo se puso en marcha la política de inclusión productiva, sin embargo, con el gobierno actual, ha perdido su dinámica. El nuevo alcalde debería retomar nuevamente este tema”, concluyó.
Alberto Mario Suárez
Corresponsal Portafolio
Cartagena