La escasa cobertura de seguros que presenta Colombia –una de las más bajas en A. Latina– tiene, por un lado, preocupado al Gobierno, que le hará un llamado de atención a la industria para que llegue con mayor fortaleza a algunos nichos que no ha querido explorar, pero, por otro, en alerta a inversionistas extranjeros que ven en ello una gran oportunidad para instalarse en el país.
Y es que, según estimaciones de la Superintendencia Financiera, el nivel de profundización de los seguros en el país apenas alcanza el 4,2 por ciento, una de las más bajas de A. Latina, lo que, a juicio del supervisor, Gerardo Hernández, abre el camino para que las compañías que operan en Colombia comiencen a explorar nuevos nichos, o ‘aterricen’ en el mercado actores internacionales con ánimo de capitalizar esos negocios desatendidos por su pares colombianos.
Lo que dice el Superintendente, y reconoce la propia industria aseguradora, es que las condiciones están dadas, pues a nivel normativo no existe ningún impedimento para ‘atacar’ nichos como las pequeñas y medianas empresas, los microseguros e, incluso, ahondar en el terreno de los desastres naturales.
¿Qué tanta cobertura aseguradora hay en Colombia?
Hay una muy baja penetración. Hemos analizado cómo está Colombia frente a otros mercados de la región y vemos que el indicador a marzo marcaba un nivel de 4,2 por ciento, lo que quiere decir que existe una buena oportunidad para trabajar en este campo.
¿Existen trabas normativas para una mayor profundización?
Este año quizás con quienes más me he reunido ha sido con los aseguradores. Ellos me manifestaron que en algunos aspectos muy puntuales hacía falta regulación, pero es un tema que considero quedó actualizado con la normatividad expedida en el Plan de Desarrollo y las decisiones que acaba de tomar la Comisión Nacional del Crédito Agropecuario, con lo cual se busca mayor cobertura para el agro y otros renglones.
¿Esta situación resulta atractiva para inversionis-tas extranjeros?
Ya hay varios inversionistas extranjeros interesados en entrar al negocio de los seguros en Colombia, sobre todo porque en la actividad aseguradora hay diversos ramos que pueden ser atendidos y compañías locales quieren comenzar a explorar esos nichos. Por ahora, no puedo dar nombres, sólo decirle que hay mucho interés.
¿La industria aseguradora ha sido descuidada en procura de más cobertura?
El llamado de atención que hace el Gobierno a la industria aseguradora, a propósito de su Convención, es para que haga un mayor esfuerzo en la prestación de nuevos productos que beneficien a los colombianos y a los empresarios.
Existen grandes posibilidades para que las compañías trabajen en la profundización de los seguros, como es el caso de los microseguros, ideal para cubrir riesgos de personas de bajos ingresos.
Estamos llamando la atención sobre la posibilidad que existe de trabajar con la pequeña y mediana empresa.
En ese punto, aunque ya hay varios productos que se están desarrollando, pensamos que la industria puede hacer un esfuerzo todavía más grande y atender nuevas coberturas.
¿Qué falta desde el punto de vista normativo?
El Ministerio de Hacienda está revisando y tiene listos varios decretos que permitirán mayor celeridad en algunos ramos, como el del terremoto.
Allí, por ejemplo, la pasada ola invernal nos mostró la necesidad de que las empresas y las personas tengan un mayor cubrimiento frente a catástrofes naturales; por eso están listos algunos ajustes a la normatividad actual.
Baja prevención frente al tema del invierno
La industria aseguradora mostró su preocupación por el bajo nivel de prevención de los colombianos frente a temas como la ola invernal que se avecina.
La alerta la dio ayer, en Cartagena, el director de la Cámara de Terremotos de Fasecolda, Carlos Varela, al señalar que sólo el 5 por ciento de las personas naturales en el país tiene pólizas contra desastres naturales. Ese nivel preocupa si se tiene en cuenta que los siniestros pagados por las aseguradoras de la pasada temporada de lluvias suman 600.000 millones de pesos, monto que se puede elevar aún más.
De esa cifra, la mayor parte se desembolsó a empresas del Valle del Cauca y del Atlántico, que resultaron afectadas por las inundaciones.
¿Está preparada la industria para enfrentar estos riesgos?
El sector asegurador es sólido. Sin embargo, es fundamental que la regulación esté correcta para que, cuando sea necesario, las compañías trasladen esos riesgos a las reaseguradoras con el fin de diversificar los riesgos y tener una mejor capacidad en su actuación. Por eso el Gobierno busca que se ofrezcan nuevos productos, indispensables y oportunos para las situaciones que ocurren en el país.
Carlos Arturo García
Economía y Negocios
