Takami es un grupo de inversionistas colombianos especializados en el negocio de los restaurantes. Al momento ya cuentan con nueve marcas, 27 establecimientos en Bogotá y están en el proyecto de crear marcas virtuales exclusivas para despachos a domicilio.
Nicolás Vásquez, su gerente general, asegura que cada restaurante es un concepto muy bien estudiado y ejecutado en cuanto a comida, ubicación y decoración entre otras cosas.
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¿Qué es el grupo Takami?
Es una compañía que crea y administra restaurantes especializada en desarrollar conceptos. Hoy en día contamos con nueve marcas, tres que están en desarrollo, que van a tener restaurantes físicos, y ocho más virtuales producto de la alianza que hicimos con UberEats.
A la fecha, son 27 establecimientos, más de mil empleados y con las aperturas terminaremos este año con unos 1.300 empleados en total.
¿Cómo surgió el grupo?
Nació como un proyecto de grado que mi hermano y un amigo resolvieron presentar para graduarse de administración de empresas. Ellos eran amantes del sushi y abrieron un sushi bar en el 2001 en la 85 con 13.
Eso dio inicio a lo que hoy en día es Takami: una sociedad compuesta por 5 personas, pero nosotros hemos hecho alianzas de inversiones con otras para abrir más restaurantes.
Takami es la sombrilla de todos los negocios, que es de donde se prestan los servicios compartidos de administración, etc. En algunos restaurantes hemos salido a vender las iniciativas de negocios y promovido con 100% de inversión por parte de inversionistas.
Hoy en día tenemos un grupo de no más de 20 inversionistas que han participado en algunos de nuestros negocios, pero la participación de Takami en esos restaurantes termina siendo de más del 75%.
¿Cómo definen qué clase de restaurante abrir y en dónde?
Tiene que ver con ese conocimiento que hemos desarrollado e identificar oportunidades en donde identificamos espacios en el mercado, en productos que no se están ofreciendo o no haya una suficiente oferta. Cuando viajamos miramos mucho esas experiencias. Nos inspiramos para crear nuevos conceptos que satisfagan eso que no está completamente ofertado en el mercado. Nosotros no hemos dejado en ningún espacio de tiempo, en el que llevamos con la empresa, de generar nuevas ideas y de estar desarrollando esos nuevos conceptos.
Y en medio de eso, ¿han tenido que cerrar algún restaurante porque no les dio los resultados?
No ha pasado pero no tenemos la garantía de éxito. Estamos expuestos a fallas, a medida que hemos ganado más experiencia esas fallas deberían de reducirse, pero hay condiciones que a veces se le escapan a uno, que se atraviesan de maneras adversas en desarrollos que hemos hecho.
Sí hemos tenido, no lo llamaría fracaso porque eso se convierte en enormes aprendizajes. Pasa que no hemos tenido un negocio que financieramente nos hagan daño porque hemos sabido hacer los cierres a tiempo reemplazando esos espacios con ampliaciones de otras nuestras marcas, o con renovación de un nuevo concepto antes de que la rentabilidad de los proyectos realmente se afecte, eso es importante hacerlo.
Destorcer la situación de un restaurante es bastante difícil. Hay que saber hasta dónde esos esfuerzos son válidos y entender que el cierre es una decisión económicamente aceptable en un momento dado cuando uno ve hacia adelante un posible riesgo. Hay que estar atentos a eso. Nos ha ocurrido en un par de ocasiones y hemos sabido cómo sobrellevar la situación.
¿Es difícil el negocio del restaurante en Colombia?
Es muy difícil. Como sector no estamos organizados, no tenemos un gremio, hemos actuado de manera independiente y el sector ha recibido durante muchos años medidas de parte del Gobierno como normas e impuestos que han afectado de manera importante la rentabilidad.
¿Cómo son los clientes colombianos?
Hay que estar muy cerca de ellos, entender mucho a ese consumidor, lo que busca, qué lo hace sentir bien, lo que está dispuesto a probar y que no. Es un arte encontrarle ese balance que hace que la experiencia de un cliente sea positiva, al punto de querer regresar e invitar a otros a vivir la experiencia.
Vivimos del retorno de nuestros clientes y del voz a voz que los clientes generen. El restaurante mismo es el medio de producción más importante que tenemos.
El buen servicio, el hacer sentir bien a las personas nunca va a dejar de ser reconocido por la gente.
¿Qué es lo que más les gusta a los clientes de los restaurantes?
Es muy exigente, les gusta que los hagan sentir importantes y siempre quieren un buen servicio. Es bastante educado y en los últimos años han aprendido mucho de distintos tipos de comida y por ese motivo también hoy en día la oferta gastronómica de Bogotá y Colombia es muy amplia.
La gente está dispuesta a probar cosas nuevas, reconocer lo nuevo y bueno de cada categoría.
Mientras Bogotá no sea una ciudad con un turismo importante, lo ideal es cuidar de nuestros clientes, hacerlos fieles de nuestras marcas y darles elementos para que ese vínculo emocional de cliente y marca se pueda construir.
¿Cómo ha sido el crecimiento de Takami en los últimos años?
Las tasas de crecimiento en los últimos dos años se aplanaron mucho por la situación económica en general, pero este año estamos con una tasa de crecimiento del 5% y esperamos terminar con ventas alrededor de los 105.00 millones de pesos, sin contar las nuevas aperturas. Y con las nuevas anualizadas, uno esperaría que esas ventas tuvieran un crecimiento del 30%, sin contar las marcas virtuales, que no sabemos aún cómo les va a ir. Los domicilios representan el 22% de las ventas.
¿Cómo es lo de los restaurantes virtuales?
Con marcas que solo se van a despachar a domicilio ofreciendo productos diferentes y cuyas utilidades se van a destinar a los empleados, en mejorarle el bienestar con diferentes programas. Van a ser ocho conceptos diferentes de comidas y estilos.
¿Por qué la tendencia creciente de pedir la comida a domicilio?
Las personas encuentran otros momentos, otros sitios de reunión. La gente antes podía comprar a domicilio pocas opciones como pizza, hamburguesa, arroz chino o pollo, hoy cualquier producto de la calidad que se le ocurra lo puede tener en la casa.
Las personas están interesadas en disfrutar sus espacios y atender a sus amigos y amistades, ofrecerles no solo la comida sino licores, café y se está volviendo factible porque las cosas pueden llegar a la casa de las personas.
Eso no quiere decir que la gente ha dejado de ir a los restaurantes sino que se está abriendo otro momento de consumo en donde de punto del negocio, hacemos esa transición.
Pedro Miguel Vargas N.
Editor Portafolio.co