La industria farmacéutica tiene el reto de estar a la vanguardia en cuanto al diagnóstico de la covid-19, su respuesta y a prever los desafíos que dejará.
(Distanciamiento social para evitar el coronavirus no es suficiente).
Rodrigo Gómez, gerente General de Roche Diagnóstica, resolvió algunas de las dudas relacionadas a las pruebas, este sector en medio de la coyuntura y los planes que tienen para el futuro.
¿Cuáles son las pruebas que tienen para detectar covid-19?
En el portafolio de Diagnóstica tenemos dos pruebas disponibles, que están siendo utilizadas para detectar el virus de la covid-19 y los anticuerpos.
La prueba de diagnóstico molecular PCR, por sus siglas en inglés (Reacción en Cadena de la Polimerasa), permite identificar el material genético del virus en los pacientes que han sido infectados. Estas llegaron al inicio de la emergencia, ayudando a fortalecer las redes públicas y privadas para afrontar este reto.
Por otra parte, contamos con una prueba serológica, que nos permite detectar los anticuerpos totales que producen las personas posterior a la infección. Estas son importantes, ya que permiten hacer un tamizaje de las poblaciones objetivo, para conocer cuál ha sido el grado de inmunización, al igual que los patrones de propagación de la pandemia. Así, ahora podremos procesar masivamente estas pruebas, así como hacer un cribado de poblaciones más eficiente, como por ejemplo profesionales de la salud, poblaciones vulnerables y otros sectores que se están reincorporando a la actividad económica.
Hoy en día, más de 250 plataformas tecnológicas de Roche se encuentran en las aseguradoras y prestadores públicos y privados del país. Esas son pruebas que se hacen con muestras de sangre y los resultados se obtienen en tan solo 18 minutos, lo que permite masificar el tamizaje en grandes poblaciones que resultan críticas para enfrentar la coyuntura.
¿Cuál sirve más en estos momentos?
La prueba serológica tiene una especificidad superior al 99,8% y una sensibilidad del 100% (14 días después de la confirmación de la presencia del virus mediante pruebas moleculares PCR).
La alta especificidad y sensibilidad de la prueba serológica es esencial para detectar el mayor número de personas en un rango de tiempo más corto después de la infección. También permite determinar de manera fiable si una persona ha estado expuesta y si el paciente ha desarrollado anticuerpos y su permanencia. Esta prueba será igualmente muy útil para monitorear la eficacia de las vacunas.
En el sector diagnóstico, tenemos la responsabilidad de ofrecer rápidamente soluciones eficaces para los pacientes. Los análisis son una parte fundamental para combatir esta emergencia sanitaria mundial sin precedentes y estamos orgullosos de poder contribuir a ello.
¿Qué innovaciones tienen?
Tenemos el lanzamiento de equipos pequeños para uso hospitalario, que pueden trabajar pruebas moleculares de pacientes y así suplir la necesidad específica de cada centro. Estos equipos son útiles en medio de la coyuntura, pues son compactos, hacen un mejor uso de los reactivos y materiales, y permiten procesar pruebas PCR a cada uno de los pacientes que están ingresando al centro clínico.
También permiten identificar otros virus respiratorios, como la influenza por ejemplo, lo que puede ayudar a definir el manejo de los pacientes que llegan a hospitalización, a la vez que descongestionan los centros de salud y ayuda a fortalecer la respuesta.
El valor del diagnóstico se ha destacado en medio de la emergencia, por su importancia como fundamento en el modelos de promoción y prevención.
¿Cómo esperan que se dé la prevención de enfermedades en la pospandemia?
Uno de los principales aprendizajes de la pandemia es la conexión innegable entre salud y productividad. La salud de las personas es sin duda alguna un motor de su bienestar, y desarrollo económico y social, por lo que trabajar en la prevención es fundamental.
Es interesante reflexionar sobre lo que identificamos como ‘pospandemia’. Algunos lo refieren como el periodo después del pico epidémico, y otros expertos lo ubican en el cierre del ciclo epidemiológico, que podría llegar hacia los primeros meses del 2021 en algunas simulaciones. En cualquier caso, la prevención de las enfermedades fue, es y será en la pospandemia un reto y una prioridad.
Los modelos de salud centrados en el paciente estructuran su gestión del riesgo alrededor de fuertes esquemas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad. Esto nos invita a trabajar sobre la arquitectura del sector y hacer uso del big data como un facilitador que, junto a una sólida caracterización poblacional, permita gestionar de manera oportuna y eficiente, derivando todo lo anterior en un mejor uso de los recursos en salud, más allá de lo puramente clínico, vinculando indicadores de calidad de vida, y así, contribuyendo a la sostenibilidad del sistema.
En medio de la emergencia es necesario reconocer el flujo de información logrado: la comunicación ha sido transparente y acertada. Nunca antes habíamos visto tanta concentración de la atención en el sector salud. Lo anterior, implica que debemos enfocarnos en diseñar soluciones en salud específicas y cada vez más personalizadas.
¿En qué más están trabajando en Colombia?
Hemos logrado avances significativos en el tratamiento de cáncer de mama y de pulmón, con el desarrollo de alternativas en inmunoterapia, terapias genómicas y medicina personalizada.
También incursionamos en la atención de diferentes enfermedades huérfanas como la hemofilia y la esclerosis múltiple, y nos estamos preparando para ingresar con nuevas alternativas terapéuticas en áreas como neurociencias, específicamente en enfermedades como la atrofia muscular espinal (AME), el Alzheimer y la enfermedad de Huntington, entre otras.
Respecto al desarrollo de estudios clínicos en el país, actualmente tenemos 11 estudios clínicos abiertos y esperamos abrir 8 más.