Con el proyecto Covida, la Universidad de los Andes busca recolectar la mayor cantidad de pruebas diagnósticas de la covid-19, para entender de mejor forma las variables de propagación de la epidemia y que de igual manera se puedan tomar decisiones basadas en datos para hacerle frente a la enfermedad en la ciudad.
Así mismo, el Laboratorio de Biología Molecular, administrado por la Vicerrectoría de Investigación y Creación, está habilitado y certificado tanto por la Secretaría Distrital de Salud como por el Instituto Nacional de Salud para apoyar a la capital en su capacidad.
Eduardo Behrentz, vicerrector de Desarrollo y Egresados de la Universidad de los Andes, explicó el proyecto y el apoyo que están haciendo desde la academia en la coyuntura.
¿Cómo están trabajando en el laboratorio y en qué están enfocados?
Nosotros somos parte y estamos apoyando los esfuerzos de la Secretaría Distrital de Salud, en un proyecto solo para la ciudad y habilitados por el Instituto Nacional de Salud.
Tenemos 100.000 pruebas diagnósticas del virus, que se juntarán al esfuerzo de la Secretaría de Salud de Bogotá con otras 100.000 muestras. Así ampliamos la capacidad diagnóstica de la ciudad, pero incluso complementario a esto estamos haciendo una cacería del virus, que no es una vigilancia pasiva donde se espera al paciente para hacer la prueba, sino que se sale activamente a la calle con equipos y personal para buscar al virus con un monitoreo activo, lo que significa no llevarle el paso a la enfermedad sino tratar de anticiparse a ella.
La idea es que se llegue a los casos de contagio incluso antes de la que persona desarrolle los síntomas, pues en estos casos, los pacientes asintomáticos son mayoría.
Esa es parte de la dificultad, pues muchas personas van a cargar el virus, son infecciosos, es decir pueden contagiar a otros, pero no saben que lo tienen, entonces esas personas son parte de la situación y la idea es poderlos identificar.
Para ello se debe salir activamente a buscarlos, para de esa manera tener mejor información y también de esa forma tomar decisiones sobre el aligeramiento de la cuarentena, los sectores económicos que se pueden liberar primero que otros y que poblaciones.
Esta es una buena practica internacional y la idea es destinar una cantidad de pruebas para identificar cadenas de contagios y así el Estado o los Gobiernos puedan tomar determinaciones basados en datos e información. Es decir que las medidas sean más efectivas.
¿Qué otros aliados tiene en este proyecto, y cómo avanzan?
Estamos también trabajando con la Fundación Santa Fe de Bogotá y la Universidad Nacional, lo que también involucra a otras instituciones.
El diseño muestral que han hecho nuestros epidemiólogos se enfoca en tres grupos de poblaciones, la primera es con una red de 10 hospitales en Bogotá, donde se prioriza el personal de la salud es decir médicos, enfermeras y todos los que están en la primera línea contra el virus a diario.
Ahí ya hemos empezado con la Fundación Santa Fe.
El segundo grupo son poblaciones que se consideran de mayor riesgo por su actividad económica y ahí tenemos a los domiciliarios, personal de seguridad o conductores de transporte público .
En el tercer lugar está la indagación en la cadena del contagio y el seguimiento de los dos casos anteriores.
¿Esas muestras ya se están tomando?
No, esto apenas empieza, esa fase del proyecto estará empezando la próxima semana, iniciaremos con las pruebas en la calle, ya hemos hecho los pilotos que se requieren para salir a campo.
Pero el monitoreo domiciliario y de poblaciones de alto riesgo tarda un poco más y solo en la siguiente semana lo estaremos haciendo.
¿Cuál es la capacidad del laboratorio en el caso de las pruebas y en este proyecto?
En este momento el laboratorio tiene una capacidad de análisis de unas 500 pruebas diarias, la idea es que esto vaya aumentando en el tiempo y poder llegar a unas mil diarias. Estamos en eso, adquiriendo más equipos y ampliando la capacidad para que sean más siendo parte de la red de la Universidad Nacional con la Fundación Santa Fe, aumenta la cobertura.
En terminos de monitoreo, ya se han realizado cerca de 2.000 análisis a muestras que ha mandado la Secretaría de Salud, ya se tienen los protocolos, los insumos y está todo listo para la salida.
En este momento no tenemos ningún problema de abastecimiento, podemos garantizar esas 100.000 pruebas por parte nuestras en toda la cadena, y vamos a empezar a pisar el acelerador para el muestreo.
Comenzaremos con las 500 diarias y ojalá más en el futuro.
La diferencia entre la capacidad y el análisis depende de otras variables, de cuántas personas hay en la calle haciéndolas, y del laboratorio.
Al salir masivamente esperamos analizar a diario esas 500 diarias que tenemos.
Nosotros como Universidad, ya tenemos trayectoria en esto, en la ayuda al Gobierno para tomar las decisiones, no fue que al llegar la enfermedad decidimos realizarlo, lo que hicimos fue definir un tema en el que ya tenemos conocimiento, teníamos las capacidades técnicas y los equipos, y fue solo llevarlo a una nueva dimensión.