Con una firme convicción de que humanizar la visión de los altos directivos para que tomen decisiones acertadas en sus empresas, contribuye a la transformación de la sociedad, Alejandro Moreno, director general del Inalde Business School, se puso al frente de esta institución hace unos meses.
Moreno destaca que si bien en Colombia no es común que los profesionales de alto perfil le dediquen tiempo a continuar preparándose, esta tendencia ha ido cambiando con el tiempo. Actualmente se plantea la creación de un doctorado en administración de negocios.
¿Cómo nace el Inalde?
El Inalde se fundó en 1985 con la decisión de hacer que los empresarios y directivos perfeccionen sus habilidades en un ambiente exclusivo para ellos. Y nos lo tomamos muy en serio, incluso los profesores tenemos prohibido dictar clase en una facultad distinta y es porque queremos mantener la oferta de valor diferencial.
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Además, en cuanto a lo académico, todos tenemos doctorado porque el rigor es importante, pero así mismo lo es la práctica. Por eso tenemos la obligación de dedicar 50 días al año para dar consultorías o participar en juntas directivas.
Creemos que la tarea propia de un directivo es la toma de decisiones y si eso es lo propio de estas personas, todo el Inalde está concebido con la intención de ayudar a perfeccionar esa habilidad.
Si bien un directivo tiene que saber de finanzas, de mercadeo y de gestión humana, lo más importante es que sepa tomar decisiones con base un nivel de conocimiento básico sobre esos temas. Precisamente por eso es que en la vida empresarial termina habiendo médicos o abogados que son expertos directivos a pesar de que no saben mucho de contabilidad, porque al final saben tomar decisiones.
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Hay un elemento clave en ese discurso y es que la prudencia directiva es como la virtud del gobernante.
¿Cómo enseñar eso?
Uno de los pilares metodológicos en la institución es el método del caso porque es la vía que mejor desarrolla la prudencia o al sabiduría práctica. Aunque tenemos otras metodologías esto representa el 80% de la preparación.
Un buen directivo es la persona que es capaz de diagnosticar la causa de una situación problemática y además es capaz de hacer un plan de acción que lo resuelva.
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En ese sentido, si hay una huelga, un directivo que trata de resolverlo sin entender por qué pasó, se puede equivocar y resolver el problema solo temporalmente.
Básicamente esto es una dinámica en aula en la que los profesores somos coreógrafos que tratamos de sacar la experiencia de los treinta presidentes de empresas que están juntos y por eso hay que tener también experiencia, porque de otra manera no se podría aportar.
¿Cuál es su visión?
El propósito del Inalde es transformar la sociedad a través de la alta dirección. Es decir, enriquecer y humanizar a estas personas.
Nosotros estamos ahí para que el presidente de una empresa vea con humanidad a sus empleados. Creemos que si logramos hacerle ver eso estamos haciendo misión. Porque uno podría dedicarse a entrenar recién graduados, que también es loable, pero el impacto que tiene esa transformación en un alto directivo, es mucho más concreta.
Porque si esta persona mejora, la empresa y las personas que dependen de ella también mejoran.
Una empresa es una comunidad de personas, no es solamente una máquina para hacer dinero.
Y claro, la rentabilidad es la primer responsabilidad de un directivo, pero eso no es suficiente.
Nosotros estamos tratando de trabajar para que el ambiente empresarial, y por tanto las familias y la sociedad, tengan mayores oportunidades de crecimiento. Y es que en realidad cuando uno piensa en qué es un buen líder, uno piensa en que un buen jefe no ha sido necesariamente el que da buenos resultados, sino del que era notable que sabía lo que hacía. Además es una persona en la que se puede confiar. Uno se subordina al líder que sabe lo que hace pero que no solo está para exprimirlo, sino que se nota que está preocupado por verlo crecer. Un buen jefe es el que corrige y en alguna medida vive la actitud de padre de exigir pero dar. La subsidiaridad.
¿Cómo convencen a un director a ponerse a estudiar?
Colombia es de los países que tiene menor cultura de perfeccionamiento directivo. Una persona una vez llega a un cargo de presidencia siente que no lo necesita.
Hay una concepción colectiva de que en la medida en que se logran cosas ya no se necesitan otras. Pero ¿por qué viene la gente? Porque se dan cuenta de que pueden ser muy buenos pero necesitan perfeccionamiento en sus habilidades. Un diamante necesita pulirse para brillar.
Claro está que comparativamente el número de personas que acuden a programas de perfeccionamiento directivo en Argentina, México y otro países en Latinoamérica es significativamente superior al de Colombia e incluso, al revisar hojas de vida de directivos locales, se nota que usualmente tienen menos estudios que sus pares en otros países. Pero eso está cambiando.
¿Qué programas tienen?
Tenemos tres unidades de negocio: executive MBA, executive education,y la escuela de gerencia media. En el master tenemos el 35% del mercado nacional.
Sin embargo, estamos empezando a considerar ampliar el portafolio y tener un DBA, es decir un doctorado.
¿Qué lugar tiene la transformación digital en el liderazgo?
La brecha digital tiene amplias potencialidades para hacer cosas buenas pero también un amplio riesgo de inequidad porque no saber usar la tecnología va a ser cada vez más grave. En ese sentido, en la cuarta revolución industrial hay una cantidad de retos para los empresarios porque podemos terminar muy rezagados en la medida en que no nos preparemos. Por eso creemos que los retos de transformación digital para los empresarios y los directivos no son de tecnología, son de liderazgo.