Hoy las empresas de todas las industrias se enfrentan a tantos retos de innovación que es prácticamente imposible que puedan recorrer ese camino por sí mismas. Así explica Roland Busch, miembro de la Junta Directiva de Siemens AG, una de las principales tendencias que vienen atadas a la digitalización, algo que obliga a las firmas a unirse, incluso con sus mayores enemigos, para tener éxito.
(AES y Siemens montarían una planta de almacenamiento de energía en la costa Caribe).
¿Cuál es la razón de la transformación que está viviendo Siemens?
Lo primero a tener en cuenta es la nueva tendencia de digitalización u automatización, que atañe a todas las industrias. Esta surge por una tremenda presión por la productividad y por acortar los tiempos para llegar al mercado.
Lo segundo es que cada vez hay más tecnologías disponibles, las cuales suponen más capacidades de almacenamiento, procesamiento y un gran caudal de datos, muy útil para mejorar la productividad.
Para ilustrar esto se puede hablar de la energía, sector que tiene una transformación propia, pues el mercado de turbinas a gas prácticamente ha colapsado y ahora hay más renovables o una mayor descentralización. La conclusión es que para nosotros era mejor separar las partes, es imposible mantener diferentes negocios de distintas industrias bajo la misma firma.
¿Cuáles son los principales focos de la empresa?
Nos centramos en lo que tiene que ver con procesamiento, automatización o digitalización de cualquier tipo de industria. Luego está todo lo que tiene que ver con infraestructura y, además, el área de movilidad, en cuanto a la gestión y las plataformas. También tenemos 85% de cuota en el negocio de salud, aunque hoy está listado en bolsa.
¿Cuál es el impacto que la digitalización está teniendo en la manera de hacer negocios?
Por un lado, está cambiando la forma en la que estos se manejan, obligando a introducir automatización en los procesos. Y esto, como nos está ocurriendo, está transformando las compañías en sí mismas y cambiado los modelos por completo, pasando de vender productos hacia el camino de proveer valor a los clientes.
El mayor cambio es en la gente, los trabajos que se tienen ahora no van a ser los que se tengan en el futuro, y eso requerirá mucha más inversión en educación.
¿Cree que las empresas van a necesitar cocrear y asociarse para innovar?
Absolutamente. La transformación también cambia la forma en que las empresas se asocian e interactúan entre ellas. Esto nos lleva a hablar de ecosistemas, lo que significa que los competidores probablemente tengan que formar también parte, es decir, se sigue compitiendo, pero también es necesario colaborar.
Esto es una tendencia de todas las industrias, y se ve claramente en la automotriz, la cual está frente al cambio más disruptivo que se puede imaginar: carros autónomos, conectados, eléctricos y compartidos, todo al mismo tiempo. Esto requiere invertir grandes sumas en desarrollar cada una de esas tecnologías, y lo que ocurre es que ninguna empresa puede permitirse hacerlas sola y al mismo tiempo. Eso es lo que hace que la colaboración sea imprescindible.
¿Cómo la tecnología puede ayudar a organizar el caos de las ciudades de Latinoamérica?
Una ciudad es más que proveer infraestructura, es crear un ambiente donde se interactúe, hacerlo habitable. Las carreteras y el transporte público son clave, pero también las escuelas o los hospitales. Por todo ello, creemos que la digitalización debe ser el núcleo de la urbanización, porque es la forma más efectiva de proporcionar todo esto.
Es importante administrar la infraestructura, tener una correcta planificación y ejecutarlo. Por ejemplo, al hablar del tráfico, se debe cobrar por la infraestructura, y eso es parte de la planificación. Si se construye el metro y se quiere que más gente lo use, hay que pensar que usar las carreteras debe ser más caro. Esta es la única forma de administrar la ciudad. Y para esto se necesita un sistema operativo que conecte todos los sectores y aspectos. Esto es el futuro.
En medio de la transición energética, ¿cómo se imagina el futuro de la producción de energía?
Va a ser multidimensional. Se va a tener renovables de varios tipos y, al mismo tiempo, durante mucho tiempo energía fósil apoyando al sistema. Para administrar una ciudad como Bogotá se requiere almacenar una gran cantidad de energía, y eso necesitará una combinación de varios tipos de producción.
¿En qué están trabajando ahora en Next47?
Aún cuando estamos invirtiendo en innovación, y Siemens destina 5.700 millones de euros cada año, esa es una cifra pequeña comparado con todo el dinero que fluye hacia las startups, por lo que estamos confiando en la innovación que viene de fuera. Esa es la razón por la que creamos Next47, nuestro venture capital, para apoyar a esas empresas y darles acceso a mercados. También estamos impulsando incubadoras para desarrollar todo tipo de tecnologías.
¿En qué consiste el acuerdo que han firmado con el Sena?
Llevamos en Colombia más de 110 años ofreciendo todas nuestras opciones. El componente de nuestro acuerdo de entendimiento con el Sena es la educación y entrenamiento de las personas. Siemens gasta 500 millones de euros cada año para educar a nuestra propia gente, y estamos añadiendo 100 millones más, porque creemos que esto es clave.
Y lo mismo ocurre en Colombia, estamos proporcionando nuestra experiencia de qué perfiles se necesitan hoy en día, qué tecnologías usar, y creemos que es un plan muy promisorio, pues tenemos una oferta única en este sentido.
Rubén López Pérez