El incremento salarial del próximo año, de acuerdo con el pronóstico empresarial, se estima en un 4,4 por ciento. La tendencia es cercana a lo que prevé el Gobierno sobre un incremento de 3,5 por ciento en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), sumado a un 0,5 por ciento de productividad.
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Pero a pesar de la cifra sobre el aumento que tendrán los salarios en general, algunas industrias se destacan más que otras. La principal es la de los hidrocarburos, que, de acuerdo con las previsiones, tendrá un aumento de 5,4 por ciento en los salarios ofrecidos como resultado de la injerencia de la coyuntura económica mundial en este sector, lo que obligó a que se reorientara en sus políticas de fidelización.
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Estos son algunos de los datos del ‘Estudio salarial y de tendencia en gestión humana, Total Rewards 2019’ realizado por la firma Human Capital en el que se evidencia que los otros dos sectores que van a tener un aumento por encima de la media en sus salarios son el financiero y el químico farmacéutico, con 5,2 por ciento y 5 por ciento, respectivamente.
A pesar de que la mayoría de industrias se mantendrán en el 4,4, hay algunas que estarían por debajo. Este es el caso de educación y salud, cuyos aumentos serán de 4 por ciento y 3,3 por ciento.
Para José Manuel Acosta, socio director de Human Capital, el rezago de la educación y la salud frente a los demás sectores en cuestión de incremento salarial se debe a que “la rotación de personal no va a la velocidad que debería ser para que haya un incremento”.
OFERTA Y DEMANDA
Acosta menciona que la gran diferencia es que en otros sectores la movilidad de talento está más abierta, lo que contribuye, según él, a que mejoren la oferta y la demanda. “La dinámica de talento en educación hace que un docente se rote dentro del mismo sector, lo que no sucede en los campos de tecnología, talento humano o financiero, donde los cargos son más transversales”, afirma.
El estudio también realizó un análisis sobre los incrementos salariales en 2018, en donde se halló que los presidentes de las empresas en el país ganaron 32 veces más que las personas que están en los niveles operativos. Uno de los efectos que esto ha provocado es que la brecha salarial aumente entre quienes se encuentran en los primeros puestos organizacionales de las compañías y el resto del personal.
Y algunas de las causas para que esto suceda son las diferencias en materia de preparación y experiencia, sumado a que uno de los métodos para atraer personal a los cargos de alto impacto es ofrecer una remuneración importante.
En cuanto al análisis de las cifras, se muestra que en la alta gerencia el total de los pagos, en promedio, es de $ 66’757.000, tres veces más que en la gerencia media ($ 20’081.000), nueve veces superior al dato de los expertos de las compañías ($ 7’842.000) y 13 veces superior al nivel de los profesionales ($ 5’190.000).
Pero además de lo que se proyecta para el 2019, lo que sucedió este año también es llamativo. Por ejemplo, el incremento de salario para los profesionales fue el que menos subió en comparación con el año anterior; el aumento fue de 5 por ciento, cifra que contrasta con el incremento de 5,6 por ciento que tuvo la alta gerencia de las empresas.
Las conclusiones sobre las proyecciones para 2019, así como de las cifras de este año, según José Manuel Acosta, son, primero, que mientras no existan cambios en el salario mínimo y la legislación laboral, será difícil disminuir las brechas salariales y, de persistir esta falta de cambios en las organizaciones, la evolución seguirá siendo lenta.
En segundo lugar, el funcionario de Human Capital señala que una forma de combatir las diferencias en las remuneraciones que existen en los niveles de las firmas es “introducir componentes para mejorar la competitividad que luego se puedan ver reflejados en los salarios de las personas”.
REDACCIÓN ECONOMÍA Y NEGOCIOS