Con expectativas de negocios por encima de lo previsto, ayer culminó en Bogotá la macrorrueda de negocios número 50, organizada por Proexport.
El Ministro de Comercio, Industria y Turismo, Santiago Rojas Arroyo, informó que sin haberse cerrado la jornada de negocios, se reportaron expectativas de negocios por 260 millones de dólares, con lo cual se superó en más de 100 millones de dólares la meta fijada de 140 millones de dólares, siendo manufacturas, con 107 millones, el sector que reportó el mayor número de operaciones comerciales, seguido de agroindustria (91,7 millones), prendas de vestir (42 millones) y servicios (18,4 millones).
A los empresarios que participan por primera vez, les sirve como ejercicio de aprendizaje para lograr nuevos negocios, y a otros más experimentados para fidelizar clientes.
En una macrorrueda, cada exportador colombiano tiene 40 minutos para convencer a un comprador internacional de que su producto o servicio es la respuesta a lo que está buscando, tiempo esencial, también, en la construcción de la cultura exportadora.
Así se evidenció esta semana en la Macrorrueda de Negocios número 50 de Proexport Colombia, donde se juntaron en Corferias 2.734 vendedores colombianos y 1.228 compradores, casi 4.000 mil empresarios con un objetivo común: lograr negocios. Pero también hay objetivos específicos, pues las macrorruedas son escenarios de contrastes. Un ejemplo de ello es La Paradisia, empresa de Apartadó (Antioquia), la cual nació hace 22 años vendiendo mazamorras en varios municipios del Urabá antioqueño y decidió diversificar su oferta para empezar a exportar dulces hechos a base de banano.
Se acercó a Proexport Colombia para formarse en temas de comercio exterior y llegó a la Macrorrueda como uno de los participantes principiantes.
“Muy interesante el ejercicio. De manera muy acertada se evalúa lo que has diseñado, la información y las presentaciones que traes, es como un filtro a lo que previamente has traído. Además, identificamos oportunidades de negocios concretas en Estados Unidos”, explicó Ángela Milena Montoya, gerente de la empresa.
Otro caso fue el de Colombina, la empresa vallecaucana que exporta a 49 países diversos productos alimenticios como dulces duros y blandos, galletas, salsas y conservas.
A la macrorrueda llegó su gerente general para Estados Unidos, Puerto Rico y Canadá, Carlos Gil, con el propósito de fortalecer los lazos comerciales con clientes ya conocidos.
“Es un espacio ideal porque tienes una hora para charlar con el comprador en un ambiente mucho más amigable y flexible. Es una buena arma para atacar directamente ciertas cuentas claves”, dijo.
Con ese objetivo, Colombina logró reuniones con empresas como Trader Joes en Estados Unidos y Wal-Mart México, dos de sus mercados en donde el objetivo es crecer.
Por otro lado, este tipo de encuentros empresariales también son espacios donde se ve la innovación de productos y la creatividad de los colombianos para aprovechar nichos específicos de mercado.
OPORTUNIDADES PARA EMPRESARIOS DEL EXTERIOR
En la otra esquina de la participación se encuentran los compradores internacionales, quienes llegan a Colombia, algunos por primera vez, buscando nuevos proveedores y productos que les permitan innovar en sus mercados .
“Las macrorruedas de negocios son un buen termómetro del potencial exportador de Colombia, pues son los mismos compradores quienes validan las oportunidades comerciales”, señaló María Claudia Lacouture, presidenta de Proexport Colombia.
El español Nacho Barrau, por ejemplo, tuvo solo dos citas en las primeras horas de la Macrorrueda de Negocios 50 que, en sus palabras, fueron 100% efectivas. “Parece que son dos negocios que hemos podido cerrar, uno que es con una central de compras que nos puede ayudar mucho a hacer las compras aquí en Colombia y en toda Latinoamérica, y otro con un proveedor de muebles que también es muy interesante”, explicó.
Su cargo es de director en Expansión, una empresa española que se dedica a la gestión de apartahoteles en la costa Mediterránea de España.