La comerciante Kate Woolstenhulme, propietaria de la compañía Designer Concealed Carry, está satisfecha por abastecer su particular negocio con productos colombianos. Con su sitio en Internet y su distribución en algunas tiendas de Estados Unidos, su firma responde a la necesidad de un segmento de mujeres que requieren carteras adecuadas para llevar armas de fuego.
“Son juezas, abogadas, policías que tienen la necesidad de protegerse”, explicó.
“Como no pueden llevar un policía al lado, entonces llevan una cartera. No es muy común que ocurra un momento en el que tengan que usar la pistola, pero las mujeres que están entrenadas o saben usarlas prefieren llevarlas”, advierte.
Cuando se encontró con la producción colombiana en el 2011, no pasaba por un buen momento su negocio porque recurría a manufactura china, que, por asuntos de calidad, no respondía a las expectativas de sus clientas, dispuestas a pagar hasta 350 dólares por una cartera.
Justo esta semana, en el marco de la XXVII International Footwear & Leather Show que termina hoy, concretó un nuevo negocio con Arpiel, una empresa de Medellín que le diseña los bolsos de distintos colores y formas adaptados para el arma de fuego y hasta para las esposas, necesarias cuando se trata de mujeres que trabajan en la Policía.
Kate Woolstenhulme está impresionada con la calidad y la disposición del empresario colombiano para atender lo que se le pide, y afirma que eso ha sido importante, al igual que la asesoría de Proexport, para encontrar los proveedores que se ajusten a sus expectativas y, además porque da seguridad para hacer negocio.
Con Arpiel y otro proveedor al que le encargó bolsos de babilla, pudo hacer un pedido de unas 1.000 unidades en esta oportunidad.
Como un factor en contra es que algunos materiales no se consiguen en el país y ella debe importarlos, con los costos que ello representa. Junto a la calidad, la variedad es un atractivo para la empresaria, quien señala que con proveedores chinos se encontró también con el inconveniente de tener que pedir grandes volúmenes, con el agravante de que las referencias en color y modelo no eran muy variadas, en contra de la exclusividad que demandan sus clientas.
Andrea Díaz, directiva de Arpiel, destaca que, como en el caso de esta empresa estadounidense, la firma de Medellín tiene como fortaleza la agilidad para responder a los encargos de diseñadores. Así lo ha hecho también para Nueva York y España. Ahota tiene la expectativa de encontrar clientes en Canadá.
Constanza Gómez G. / Economía y Negocios