Garantizar la seguridad alimentaria de Colombia es el objetivo de la multinacional noruega Yara. Así lo señaló Marcelo Altieri, vicepresidente senior para Latinoamérica.
La empresa, que cuenta con plantas en Cartagena y Yotoco, envió un mensaje de tranquilidad al país reafirmando su compromiso y voluntad para asegurar el abastecimiento de fertilizantes al campo colombiano, especialmente, ante los tiempos de incertidumbre por el panorama de Monómeros Colombo Venezolanos, un actor clave del negocio.
De cara al 2022, Yara espera culminar la adecuación de su planta en la capital de Bolívar para lograr la reducción del 90 % de sus emisiones de C02.
(Vea: Los sectores que más aportaron al PIB del segundo trimestre en el país).
¿Cómo fue el balance de la pandemia?
El 2020 fue un año bastaste retador para el sector agrícola. Sin duda, uno de nuestros mayores desafíos fue mantener la operación en marcha y adaptarnos rápidamente a la nueva forma de trabajo, con la salud y seguridad de nuestra gente como prioridad.
¿Cómo ha sido el primer trimestre para ustedes?
Empezamos bien el 2021, gracias a la dinámica de cultivos como el café, la palma de aceite, el maíz y el aguacate, durante el primer trimestre, los cuales impulsaron el sector debido a las exportaciones realizadas a Europa y Estados Unidos. Luego, tuvimos un segundo trimestre más retador, marcado por el paro nacional y bloqueos en las principales vías del país, lo cual generó mucha incertidumbre para los agricultores y los gremios. Y desde entonces, se sumó el alza en los precios internacionales de materias primas para producir fertilizantes, con afectaciones en los puertos y un aumento importante en los fletes de transporte marítimo y terrestre.
¿Se puede hablar de una reactivación de la agricultura en la economía?
Sin duda, hay una reactivación en las agroexportaciones de café, aguacate, banano, flores, carne, palma y maíz. Sin embargo, los productos de consumo interno como la papa y el arroz han sufrido por los costos de producción, una caída en la demanda y los fenómenos climáticos.
Cabe señalar que el agro, incluso durante la pandemia, siempre arrojó datos positivos. En este sentido, los esfuerzos deben continuar enfocados en fortalecer la competitividad del campo para continuar aprovechando todo su potencial. Esto solo se logra a través de acceso a tecnología y nuevas herramientas para una mejor toma de decisiones.
(Vea: El desperdicio cero, una tendencia que revoluciona la economía).
¿Qué se espera para el cierre de este año? ¿Cuáles son sus metas?
Nuestra meta principal es mantener la disponibilidad de fertilizantes y que la agricultura colombiana no sufra un desabastecimiento. Yara está invirtiendo en la producción de fertilizantes minerales con menor huella de carbono. Para el 2022, esperamos contar con una planta en Cartagena que haya reducido en un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero. Este es el primer paso hacia la descarbonización de la cadena de alimentos y un proyecto muy ambicioso: la producción de fertilizantes verdes.
Pasando a otro contexto, ¿cómo ve Yara la situación de Monómeros?
Reconocemos el papel de este competidor en el sector y respetamos las decisiones del Gobierno Nacional. También queremos resaltar que el compromiso de Yara con el país y los agricultores se mantiene firme. En este sentido, ponemos a su disposición todo nuestro conocimiento, productos y servicios. Colombia cuenta con nosotros, tanto para mantener el abastecimiento de fertilizantes necesario, como para garantizar la seguridad alimentaria de su población.
(Vea: ‘Industrias creativas podrían ser tan fuertes como el turismo’).
¿Es una oportunidad para ampliar su presencia en el mercado?
Es una oportunidad para evolucionar la agricultura del país hacia una nutrición de cultivos más eficiente y responsable con el ambiente. Ahora podemos llevar conocimiento agronómico a más productores, para que adopten mejores prácticas de fertilización y nuevas herramientas digitales.
Colombia ya es uno de los mercados más importantes para Yara en América Latina. Tanto así que hoy tenemos en Cartagena la única planta de producción de fertilizantes NPK y Nitrato de Calcio en toda la región (excluyendo Brasil), con una capacidad total anual de 450.000 toneladas. Y, si sumamos las terminales de mezcla de productos premium en Cartagena y Yotoco (Valle del Cauca), alcanzamos una capacidad de más de 1.200.000 toneladas cada año.
(Vea: Destapan presunto cartel del mercado de la carne en Colombia).
¿Cómo impacta esto en la seguridad alimentaria de Colombia?
El impacto sería mínimo. El mercado colombiano aún puede mantenerse en competencia perfecta, con la cantidad de jugadores que ya existen y las condiciones favorables que todos tienen para importar fertilizantes a 0% de arancel. Acceder a los insumos en el mercado internacional es un proceso bien sencillo.
Ahora bien, en la medida en que sepamos articularnos para suplir la demanda que requiere el país en su producción agrícola, no habría ningún riesgo para la seguridad alimentaria.
Reiteramos nuestra disposición para apoyar a la nación en lo que se necesite y construir un futuro alimentario positivo.
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