Justo cuando el país recibe la noticia de la salida del país de la Compañía Colombiana Automotriz, la multinacional Renault llama la atención del Gobierno colombiano para que se le dé un apoyo temporal a la industria ensambladora, en vista del crecimiento de las importaciones.
Así lo señaló Jérôme Stoll, director delegado para la performance y director comercial del Grupo Renault de Francia, quien sostuvo ayer un encuentro con el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
El directivo, de alto nivel en la organización, planteó la necesidad de un diálogo con el Gobierno al respecto, al tiempo que anunció que la operación en Colombia es objeto de análisis para hacerla más competitiva.
Stoll señaló que tras su encuentro con el jefe de la cartera de Hacienda, entendió que es una política de Gobierno suscribir acuerdos comerciales, como parte de la integración a un mundo global.
Sin embargo, comentó a Portafolio que eso no se puede llevar acabo de un día para otro porque el tamaño de la capacidad de producción en Colombia no es suficiente para manejar importaciones de países como México o Corea.
“Tenemos que ver cómo podemos luchar contra las importaciones y parte de la ventaja que tenemos es que estamos acá y el costo logístico se ha reducido cuando lo comparamos con importar un vehículo de Corea, pero por el momento si queremos asegurar un futuro sostenible necesitamos un aumento en la protección y un apoyo del Gobierno”, explicó.
Sobre el grado de protección que se necesitaría, dijo que eso deberá ser discutido por el Gobierno pero que no se debe limitar a medidas arancelarias, sino a acciones como la capacitación de personal, el apoyo a la investigación o a impuestos diferidos, como lo han hecho países como Brasil.
“Acá los incentivos son muy bajos o no existen. Para ser sincero, cuando se compara con otros países. Colombia no está apoyando el sector de automóviles.
Tenemos que decirlo, este sector es muy importante en el PIB colombiano, Sofasa exporta muchos vehículos...
No estoy hablando de apoyo permanente, estoy hablando de un apoyo temporal. Si queremos tomar una decisión de invertir que nos faciliten eso, hay muchos países que nos han invitado pero Colombia ha dicho que sí pero sin apoyo”, declaró.
Stoll dijo desconocer el caso de la CCA, pero advirtió que no ayuda al sector que uno de los actores principales del negocio deje el país.
Tras destacar la importancia del mercado colombiano para la organización por casi 50 años, descartó que Renault siga el camino de la CCA, de no encontrar respuesta del Gobierno a sus inquietudes.
“Por el momento no es la intención de Renault, pero cuando se está perdiendo competitividad poco a poco, cuando ya no se puede exportar porque otros países están brindando más incentivos, entonces las actividades de Sofasa de pronto se pueden disminuir y esto pueden poner en peligro las operaciones y no quiero eso”, dijo.
AJUSTES INTERNOS
Teniendo en cuenta que América Latina, incluida Colombia, es clave para las metas globales Stoll, subraya la preocupación de identificar cómo desarrollar la operación desde el país, pensada para impulsar otros mercados de la región.
Define como fortalezas principales de la compañía en Colombia su mano de obra y la eficiencia de la planta de Sofasa. Y señala como una debilidad la falta de competitividad de los proveedores.
Y si bien “Sofasa no es responsable de que los proveedores no inviertan en Colombia, pero tenemos que trabajar con Sofasa y con los proveedores para ver cómo los podemos atraer al país para que el sistema sea más competitivo y más rentable.
Señala como otra falencia, el volumen de producción porque anota que en Colombia la capacidad es para 80.000 unidades, pero un mercado como el Rumania es de casi 400.000 unidades.
En esa medida dice que internamente se discute si esa capacidad se destina para concentrarse en un bajo número de modelos.
Y mientras se debaten alternativas internamente, Stoll es claro que “primero hay que aumentar la competitividad del país, de la organización y después tomamos la decisión de aumentar la capacidad o no”.
LA OFERTA DE UN VEHÍCULO ECONÓMICO, UNA ALTERNATIVA
Jérôme Stoll llamó la atención en que es relevante la respuesta del consumidor colombiano a sus vehículos, teniendo en cuenta que Duster, Sandero y Logan están entre los cinco más vendidos en el país.
En la búsqueda de nuevos negocios, dijo que después de escuchar a representantes de los concesionarios y a ejecutivos de la compañía en el país se ha dado cuenta que un nicho por desarrollar es el de aquellos clientes que tenían moto y quieren un vehículo Renault como producto de entrada.
A su juicio, ese es un nicho de mercado que necesita un vehículo con un costo económico.
“Tenemos que analizar si este producto es algo que sería interesante en Colombia. Por el momento, una de las razones por las cuales estoy acá es para escuchar observaciones y sugerencias para ver cuál producto vamos a traer”, comentó.
El alto ejecutivo dijo que algo en lo que enfatizó ante sus aliados comerciales es que Renault no debe ser solo el segmento de entrada.
Desde su punto de vista, “el producto Renault tiene mucho valor, no solo relacionado con el precio económico. Creo que la marca merece también estar presente en esos segmentos más altos, más de lo que está hoy en día”,
Constanza Gómez G.
Economía y Negocios