“Los jugadores pequeños no tienen espacio. Se necesita músculo financiero para seguir operando en este mercado. Nos dimos cuenta de esto y por eso desde hace un año emprendimos la búsqueda de un aliado”, con esta frase, Mauricio Botero, uno de los socios fundadores de Corredores Asociados, firma que adquirió el Banco Davivienda por 120.000 millones de pesos, no solo ratificó el revolcón que se avecina en el renglón de las comisionistas de bolsa, sino que advirtió sobre la bancarización que se da entre las mismas.
De hecho, de las 24 comisionistas de bolsa que hoy operan en el país, la mitad están bajo el control de una casa bancaria, incluida Corredores Asociados.
Pero este no es el primer negocio que se produce en esa dirección en los últimos dos años.
Como se recuerda, el Banco de Crédito del Perú (BCP) adquirió el 51 por ciento de Correval a finales del 2011, participación por la que pagó 76 millones de dólares.
El brasileño BTG Pactual hizo lo propio en Colombia el año pasado al comprar la totalidad de las acciones de Bolsa y Renta por 52 millones de dólares, negocio que sumó a la adquisición del Celfin Capital, cuando adquirió su matriz chilena en 245 millones de dólares.
Estas jugadas, y la reciente salida obligatoria del mercado de la más grande comisionista (InterBolsa), sin duda están transformando el mapa bursátil colombiano, el cual está a la espera de varias fusiones.