Al Arabi es el octavo equipo de fútbol que más dinero ha desembolsado en el último periodo de fichajes, por delante de conjuntos históricos que están en la élite como el Manchester City, según el portal de fútbol alemán Transfermarkt.
Este conjunto catarí ha invertido unos 40 millones de euros (más de 50 millones de dólares) en reforzar su plantilla, principalmente con cinco jugadores: el iraní Ashkan Dejagah, el español Pablo Hernández, el belga Maxime Lestienne, el nigeriano Imoh Ezekiel y el brasileño Paulinho.
El equipo tiene el objetivo de mejorar su clasificación en la liga de este pequeño y rico emirato del Golfo Pérsico, en la que acabaron quintos la temporada pasada.
Sin embargo, paradójicamente, la liga catarí solo permite jugar con tres extranjeros, “El club ha gastado bastante en jugadores extranjeros pero la mayoría de ellos se han ido cedidos a otros equipos; no se ha gastado tanto en jugadores locales”, afirma Dan Petrescu, exjugador del Chelsea y actual técnico del club.
El Al Arabi cuenta en su haber con siete títulos de la Liga de las Estrellas catarí y ha tenido entre sus jugadores al delantero argentino Gabriel Batistuta, en 2003, además de contar como entrenador durante dos temporadas con los servicios del exmadridista alemán Uli Stielike.
“Será complicado acabar primeros en la liga, sería meternos demasiada presión y es algo que no queremos en el club, quizá el año que viene estaremos mejor preparados para conseguir nuestros objetivos”, añade Petrescu.
La cautela del nuevo entrenador quizá tenga sentido. Hasta el momento, el Al Arabi merodea los lugares altos de la clasificación, pero todavía ofrece aspectos por mejorar.
“El dinero ayuda, pero no es la solución para todo. Catar y sus equipos de primera división están haciendo una inversión importante para profesionalizar sus ligas de cara al Mundial que se celebrara en 2022”, asegura James Dorsey, experto en fútbol de Oriente Medio.
Para Dorsey, esta inversión no es solo a corto plazo: “Una prueba de ello es el programa Aspire -que nació en 2005 con la finalidad de desarrollar el talento deportivo y la formación integral de jóvenes deportistas-, que tiene como objetivo preparar a una nueva generación de estrellas del fútbol. Catar, obviamente, tiene la desventaja de ser un país con una población pequeña, pero cree que tiene los recursos para compensarlo”.
Mientras en los últimos años llegaban estrellas del fútbol en el ocaso de su carrera, como Batistuta o el exmadridista Raúl, ahora a la liga del emirato arriban también jugadores en plenitud como Pablo Hernández que pasó por el Valencia CF o el Swansea, de la Premier League.
Al igual que él o que Raúl, el español Chico Flores, tras pasar por la liga española, la italiana y la inglesa, ha acabado desembarcando en la liga de las estrellas catarí. Cuando se le pregunta ¿por qué Catar?, Flores considera que es por “lo atractivo y lo exótico que supone jugar en una liga como la catarí, por cambiar de aires y por la aventura a la que se enfrenta un jugador cuando se ve ante nuevos retos”.