La multinacional francesa Sodexo ya ganó el año en el país: acaba de terminar su periodo fiscal 2017 con un crecimiento de 6%, tras un 2016 lleno de afugias por cuenta de los coletazos del paro camionero del 2015, el fenómeno de ‘El Niño’, la devaluación y la inflación estrepitosa en los alimentos. Ahora, comienza su periodo 2018 (de septiembre a agosto) con la meta de incrementar los ingresos en más de 10%.
Según Juan Camilo Chaves, presidente de la firma en Colombia, los servicios tercerizados de mantenimiento serán un gran motor de ese plan.
¿Qué factores jugaron en sus resultados del 2107?
Sin duda, nuestro negocio On-site (servicios en la sede del cliente) en el 2016 fue impactado fuertemente por la inflación en los alimentos, que estuvo en un tiempo por el 13%, y, teniendo en cuenta que representa el 40% de los ingresos, se afectó la rentabilidad general.
Otro factor fue que teníamos un proyecto muy importante en términos de ventas con Pacific y, por la complejidad en el mundo petrolero, se terminó. Finalmente, crecimos 3%, frente al 2015, cuando a la vez lo hicimos a doble dígito.
En el 2017, la inflación volvió a unos niveles racionales, naturales, del 2% a 3% y recuperamos bastante en ventas y rentabilidad.
¿Cuánto crecieron?
Fue cerca de 6% y en rentabilidad, el Ebitda se incrementó en más de 50%. Vendimos unos 180 millones de euros en Colombia.
Hay que recordar que nosotros tenemos dos negocios: el On-site y el de Benefits & Rewards (beneficios e incentivos). Este último creció poco, como un 3%, en términos de bajo volumen en emisión de vales y tarjetas, pero en revenues llegó como al 8% porque tenemos fuentes de ingresos adicionales. Es decir que los 180 millones de euros corresponden solo a la parte de alimentos.
¿Y la otra línea?
Benefits & Rewards genera comisiones de los clientes y comercios, con ingresos que son bastante bajos, aunque el volumen de negocio sea muy alto.
¿Cuánto movieron ahí?
Por encima de $600.000 millones.
¿Qué tanto han sentido la reforma tributaria?
Los impuestos, y particularmente el IVA, no nos han impactado tanto porque gran parte del volumen en la parte de alimentos y facility management son pagos de empresas y no de consumidores directos; para las compañías es un gravamen que pueden descontar de otros, o sea que la sentimos solo en clínicas y hospitales, que no tienen el IVA y por tanto no lo pueden descontar.
En Benefits & Rewards (vales y tarjetas) no ha sido tampoco mucho porque en restaurantes pesa sobre todo el impuesto al consumo, que no cambió.
¿En qué radicó el éxito del 2016?
Los gastos de soporte al negocio no crecieron, de hecho bajaron. Apretamos un poco la estructura y buscamos más eficiencias, lo cual estamos aplicando también este año.
¿Cómo logran eficiencias?
Hay muchos factores: tenemos un centro de distribución nacional de alimentos y centralizamos las compras, con lo cual podemos negociar precios mucho más favorables.
¿Cómo hacen si requieren productos frescos en varios sitios del país?
Planificamos las necesidades a dos o tres semanas y con base en eso se hacen las compras y se envían. Que el producto llegue fresco depende de la logística, y para eso hay camiones especiales. Además, por ejemplo, si se requieren plátanos pintones, simplemente los compro verdes.
¿Para el 2018 qué perspectivas hay?
Creemos que va a ser muy bueno, por varias cosas: primero por la estabilidad en los precios de insumos, que esperamos continúe, aunque puede ocurrir cualquier cosa. Los paros son una amenaza constante y el día que sucedan van a impactar, pero no parece que fuera a haber mucho problema con fenómenos como el de ‘El Niño’.
Fuera de eso, en facility management estamos cada vez más fuertes en el segmento de servicios de mantenimiento.
En cifras, ¿cuánto crecerán?
De 10% a 12% en ingresos. Estamos arrancando muy bien, porque además hay nuevos clientes, bastante grandes, y van a generar una facturación por doce meses que el año pasado no existía.
¿Qué nuevos clientes?
El año pasado comenzamos a prestarle servicios a Bancolombia y hoy son cinco a seis entidades financieras más. Acabamos de arrancar un modelo muy parecido con Davivienda, el banco Falabella y otros. A Davivienda le estamos haciendo también mantenimiento en las miles de oficinas que tienen en el país.
Así mismo, en agosto cerramos un negocio inmenso con Bavaria para hacerle la limpieza de sus fábricas a nivel nacional. Es muy interesante por tratarse de un servicio muy técnico, que no se remite a las oficinas, sino a los silos donde se hace la cerveza y el resto de la planta. Además, cerramos un trato grande con Teleperformance.
Eran unos 180 técnicos de servicios como aires acondicionados, eléctricos y mecánicos y ahora son cerca de 400. Eso hace que les demos unas sinergias muy interesantes y nuevos servicios a nuestros clientes.
¿Esa línea cuánto pesa en su portafolio?
En el portafolio, el 40% es alimentación; entre un 30% y un 35%, mantenimiento, y el resto son servicios generales de limpieza. Es una línea que empezamos hace unos ocho años con fuerza y que ha crecido bastante.
¿Qué cosas nuevas vienen?
En On-site, más que cosas nuevas, buscamos la consolidación de lo que hemos hecho: ya tenemos centralizado el 100% de nuestros contratos y toca seguir haciendo más eficiente esto. En Benefits & Rewards aplicaremos una tecnología traída de Brasil, que les da muchas más opciones de control a los clientes. La idea en este negocio es ayudarles a las firmas que tienen flotillas de vehículos a controlar e incluso disminuir el gasto de combustible. Estudios de otras partes del mundo indican que si uno pone control puede reducir entre 20% y 30% el consumo.