Recientemente la multinacional sueca Scania presentó una nueva línea de camiones y buses que cumple la normativa de emisiones Euro VI, y con la que busca apoyar la reducción de la huella ambiental a partir de mayor eficiencia en el consumo de combustible.
En diálogo con Portafolio, Andrés Leonard, presidente de Operaciones Comerciales de la Región América de Scania Group, señaló que el plan apunta a subir la cuota de mercado al 15% y analizó los pasos que a su juicio se deben dar en la transición a la movilidad eléctrica plena.
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¿Qué objetivos tienen con la línea que lanzaron?
Lanzamos una línea de camiones y buses bajo el paraguas Súper. El cambio tecnológico es brutal. Siguen siendo en su mayoría con motores a combustión, diésel básicamente, pero comparativamente con un tren motriz capaz de dar una diferencia en consumo muy importante.
Si comparamos contra el anterior Euro VI, estamos hablando entre 8% y 9% de diferencia y si comparamos contra Euro IV, que es la tecnología que teníamos hasta diciembre del año pasado, podemos ir hasta 15% de diferencia.
Y a eso se suman, además, algunas cuestiones de seguridad tanto en los buses como en los camiones, con lo cual estamos ofreciendo productos y soluciones más seguras, más sustentables y más rentables para nuestros clientes.
(Vea: Estos son los puntos clave de PND para la movilidad urbana).
¿Qué características principales tienen?
Cumplen la normativa Euro VI con creces y para entregar la misma potencia en caballos o kilovatios utilizamos menos cantidad de combustible, y eso significa menor costo para nuestros clientes, recordando que dentro del costo operativo de un transportista entre 35% o 40% se va en combustible. Ese menor consumo significa mayor rentabilidad y además una menor huella ambiental.
¿En kilómetros cómo se traduce eso?
Es muy variable porque depende de la topografía, de la carga que lleve y de la potencia del motor. Pero a misma carga, misma topografía y comparando con un vehículo Euro 6, mínimo estamos garantizando 8% en reducción de consumo de combustible y podríamos decir que el tren motriz en Colombia, comparando con cualquier otra marca que haya, va a ser el más económico.
¿Qué metas tienen de ventas en cada segmento en el país?
Este año vamos a estar vendiendo en Colombia cerca de 700 buses en total. Y hasta fin de año podremos poner 150 buses más en producción. En 2024 queremos estar arriba de 500 camiones. Nuestra ambición a largo plazo es tener una participación de mercado cerca del 15% en Colombia en camiones.
(Vea: Cuándo comenzarían los pagos del bono de gasolina para taxistas).
Un camino que hemos hecho en todos los mercados, que yo le llamo del Pacífico, arrancando por Chile, donde hace 10 años las marcas americanas tenían en total un 75% del mercado y Scania tenía un 4% o 5%, Hoy Scania está entre un 15% y 20% de mercado en Chile y está llegando al 15% en Perú.

El Vicepresidente de Scania, Andres Leonard Senior
¿En 2024, cuántos serían autobuses y cuántos camiones?
Esos 500 son solo camiones. Autobuses depende mucho de renovaciones que se pueden ir dando en los distintos sistemas de transporte público y estamos apuntando a un piso también de 450 autobuses y podríamos ir, dependiendo, de 750 a 800, entre urbanos, interurbanos y larga distancia.
¿Cuál es el valor agregado de cara a la transición a eléctricos?
Me voy a salir un poco de Colombia e ir al mundo Scania. Hace unos siete años decidimos ser actores principales dentro de un ecosistema en donde, bien o mal, el transporte representa un 14% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Decidimos ser parte activa de la solución, construyendo un sistema sustentable y en ese camino estamos. Es seguir poniéndole foco al desarrollo de motores a combustión interna que consuman menos. Es eficiencia energética y para eso hemos invertido más de US$2.000 millones para hacer un salto tecnológico que apunte a seguridad y bajo consumo.
Cada país va a tener un camino hacia la electrificación diferente.
A la matriz energética en Latinoamérica todavía le falta muchísimo para ser 100% renovable. De nada sirve tener un parque automotor eléctrico y estar quemando carbón para generar la energía eléctrica.
Y casi todos los países están en pañales…
Casi todos. Hoy todavía el costo de capital de un vehículo eléctrico frente a un vehículo de combustión interna está en un 45% más alto. Es muy romántico y sexy que un político diga que vamos a tener todo el transporte eléctrico, pero la verdad es que la electrificación no sólo depende de que una marca como Scania tenga disponible el producto.
(Vea: Los acuerdos para restablecer movilidad en vía a Villavicencio).
Si en Bogotá podemos hacer funcionar el BRT (transporte masivo rápido) con desechos cloacales, que alcanzan y sobran, podríamos estar generando un ahorro en huella de carbono del 98%, que es brutal.
¿Cómo activar entonces una transición lo más rápida posible, pero sin paralizar la economía?
A mí me parece que, pensando en la sustentabilidad, tendríamos que tratar en Colombia de fomentar el gas natural. Es un país con mucho gas natural y sería una picardía que esa transición se haga sin contar con un recurso natural que es barato, seguro y sostenible.
Desde el punto de vista de huella de carbono entre el gas natural o el diésel Euro VI no hay una gran diferencia. Pero si se pone biogás en vez de gas, ahí sí ya se da el 98% del que yo hablaba.
Y en paralelo, empezar a pensar en qué pasaría con la electrificación en Colombia, qué necesitamos en el país en cuánto dinero para transicionar más rápido hacia la electrificación.
Saquemos la parte de los vehículos que ya están llegando, pero ¿tenemos el dinero para hacer eso, para hacer inversión en transporte de energía y para poner carga de energía eléctrica?
(Vea: Los efectos, más allá de los económicos, por bloqueo en vías del país).
ÓMAR G. AHUMADA ROJAS
Editor general de Portafolio