Se acabaron las especulaciones, y como dirían los hinchas del fútbol colombiano, “ahora sí se viene lo bueno”. Entre sábado y domingo oficialmente rodará el balón en cuatro estadios del país para deshojar la margarita que al final, el domingo 14 de diciembre, dará a conocer al campeón de la Liga Postobón II.
Pero en este camino hacia la final, no sólo en juego estará la estrella de final de año y el trofeo que se le da al campeón. Aunque la Dimayor no ofrece dinero al ganador de la Liga, los equipos saldrán a buscar un premio en ‘billetes verdes’ al ganar uno de los cupos a los torneos internacionales, que sí les representa un buen botín.
En la Copa Libertadores, por ejemplo, cada partido de primera fase le representará a un equipo US$ 100.000, de ahí para allá, el premio irá subiendo según la instancia que se alcance.
Grandes ganancias
El estar en la fiesta de los ‘8 de Colombia’ también les incrementa ganancias en cuanto a recaudo por asistencia a los estadios, ingreso por transmisiones de televisión, mercadeo de las prendas oficiales de los equipos y los premios que se manejan en el interior de cada uno de los clubes.
Ya en plata blanca, cada equipo incrementa el valor de las boletas y si logra avanzar a la final, pues el negocio es redondo, porque en ocasiones los tiquetes de entrada aumentan entre un 20 y 30% y para equipos como Nacional y Medellín (que gracias a su mercadeo logró una buena venta de abonados), o Santa Fe y Cali, en un segundo renglón, puede lograr millonarias recaudaciones en asistencia.
El rojo capitalino, por ejemplo tuvo un promedio de 13.123 espectadores en los últimos nueve juegos de local (total 118.113), pero ya, en esta instancia, esa cifra se debería doblar, claro, si los resultados lo acompañan.
Lo mismo sucederá con Nacional, que pese a su irregularidad en la liga, logró su objetivo, y al tener un numeroso plantel, también con el mejor presupuesto que cubre sin apremios su patrocinador y dueño, Postobón, se monta quizá como el gran favorito para llegar a la final por su llave, que disputará con Santa Fe, Once Caldas y Huila, éste último, al que ya le ganó (1-0) el pasado jueves en juego adelantado de la segunda fecha, debido al compromiso del verde en la Copa Suramericana.
Por un taquillazo
Llegar a la final para Nacional, Medellín, Cali o Santa Fe, les representaría un taquillazo de más de 5.200 millones de pesos, dinero que por lo general los clubes destinan una buena parte para el pago de premios a los jugadores.
Juan Carlos Osorio, orientador del verde antioqueño, es además es el técnico mejor pagado del fútbol colombiano, aunque por confidencialidad de la empresa, se desconocen sus ingresos.
Otros negocios adicionales de los equipos son los correspondientes a sus propios patrocinadores, que les significa al año cerca de $2.500 millones. Y si los equipos logran clasificar a un torneo internacional, los ‘sponsor’ tienen bonificaciones que les otorgan a los equipos, ya que su imagen no solo se verá en los partidos que el equipo juegue dentro del país, sino que se tendrá un impacto en el continente.
Más moderados
Tolima, con un estadio más pequeño, con capacidad para 30 mil espectadores, estima en recibir en esta ronda inicial unas 12.000 personas por partido, que representaría algo más de $100 millones por juego. En caso de llegar a la final el aforo del estadio es de 29.500 aficionados, por lo que generaría entre 400 y 500 millones de pesos de recaudación para el equipo ‘pijao’, sin contar el dinero que ingresa por transmisión de televisión, que representa otra jugosa entrada.
Once Caldas, tuvo 14.700 abonados en la fase todos contra todos que dejaron en las arcas del club caldense un aproximado de 600 millones de pesos, ahora piensan en completar la misma cifra de abonados, pero ya sobre el plazo final para abonarse, tan solo han cautivado a la mitad de los hinchas.
“Estamos proyectando que nos acompañen entre 15.000 y 17.000 personas en los partidos de cuadrangulares, que nos pueden significar unos 700 o 800 millones de pesos. En caso de una final se estima lleno (31.505 espectadores), quienes nos dejarían una cifra superior a los 1.000 millones de pesos”, expresó el gerente deportivo Gabriel Villegas.
Suerte diferente tienen los 8 equipos eliminados, que no percibirán un peso en lo que resta del año, deberán pagar sueldos y obligaciones financieras, y solo hasta que comience la temporada 2015 retomarán el ritmo de recaudos y entradas.
El denominado ‘punto invisible’ favorece a Santa Fe y Medellín, en caso de empate frente a sus rivales de grupo, pero igual, los otros seis rivales en contienda parten con las mismas posibilidades, quizá con menos presupuestos y nóminas para nada ostentosas, pero eso sí, con la mira puesta en el premio gordo de final de año: la deseada estrella de Navidad.