Joven, emprendedora, dinámica y soñadora; amante de los animales; convencida de que por medio de la educación y el cuidado se puede transformar vidas. Su vena de emprendedora social lo heredó de sus padres, Ricardo, arquitecto y Carolina, sicóloga. La idea surgió como proyecto de grado en el colegio Hacienda Los Alcaparros, de su natal Bogotá, el cual pretendía conocer más sobre la fauna callejera. Mariana Grisales Henríquez, de 25 años, comunicadora Social-Periodista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, creó Prappic, una organización de rescate y adopción responsable de animales.
¿El ser humano responde a su calidad de pensante frente a los animales?
No en todos los casos. Se asemeja mucho al ser padre, nadie te enseña cómo hacerlo hasta que lo haces y por eso veo la necesidad de educar y enseñar la forma adecuada de tenerlos responsablemente.
¿Cómo generar interés hacia ellos?
Contando historias. Mostrando lo que hacemos con esfuerzo, dar a conocer las problemáticas sociales y culturales alrededor de la relación con los animales de compañía.
Existe una diferencia entre trabajar por hombres-mujeres y/o animales callejeros…
Cada ser humano tiene pasiones diferentes. Algunos trabajan por los ancianos, otros por los niños, yo por los animales. La sensibilidad y la pasión por lo que hacemos es lo que nos une sin importar la comunidad.
Gerencialmente, ¿se aplican las mismas normas de la empresa y la industria?
Si. Es difícil por las condiciones del proceso. Hemos logrado que Prappic sea sostenible. A diario busco metodologías y tecnologías innovadoras que permitan prestar servicios que generen rentabilidad.
¿Qué siente por los indigentes?
Compasión. Son el resultado de diferentes conflictos sociales que los ha llevado a una vida muy dura…de calle.
¿Qué tan buen aliado son el Estado o los gobiernos?
Depende 100% de la voluntad política del momento, pero si son afines con la causa surgen proyectos importantes, interesantes y de beneficio para la comunidad. Cada día los jóvenes somos más conscientes, esperamos y exigimos de nuestros mandatarios iniciativas que entreguen soluciones.
Pese a que el foco de Prappic son los animales en condición de calle existen protocolos de servicio al cliente…
Claro que sí
–Rescate y recuperación: garantiza que se puedan entregar en condiciones óptimas.
–De adopción: asegurarnos de qué es lo que la familia necesita y busca.
–Y acompañamiento: compartir con nuestros clientes/comunidad para que su experiencia con el nuevo miembro de la familia sea la mejor.
Aprendió el lenguaje de los animales y, ¡conversa con ellos!
¡Con todos! Les digo cuando los recibo “que su vida va cambiar”, les peleo, les lloro, los abrazo. Entienden todo, leen el lenguaje corporal y las energías. Saben cuándo uno está asustado, feliz o triste. Les transmito paz, amor, y orden...
¿Quiénes son clientes Prappic?
Familias adoptantes, obviamente, mi trabajo tiene un impacto en el bienestar de los animales que rescato; sin ser directamente mis clientes, terminan siendo los primeros afectados por lo que hago.
¿Cómo definiría la propuesta de valor?
Ser una organización de rescate y adopción responsable de animales que busca, a través de la educación, realizar un cambio cultural frente a la protección animal. Las familias que adoptan con Prappic reciben asesoría con su tenencia.
Servicio…
Poner a disposición de otros mi conocimiento, trayectoria y recursos para generar experiencias únicas y especiales en los procesos de adopción.
¿Propósito de vida en el proyecto?
Desarrollar un modelo de negocio sostenible que trabaje por la protección animal en Colombia y el mundo.
Como joven emprendedora, ¿qué espera de Prappic?
Que sea una plataforma digital y red de servicios que trabaje en diferentes ciudades educando a comunidades y beneficiando a animales en estado de calle.
¿Quiénes son los grandes responsables de su iniciativa?
Mi papá, como emprendedor, mi mamá, educadora, amante de la pedagogía experiencial. Juan Carlos Losada, una persona que ha incluido en su agenda política el tema de la protección animal y me ha hecho partícipe. Trabajo con un equipo, profesional y disciplinado: Adriana Becerra, médica veterinaria; Natalia Borda, sicóloga; Mayerly Zamudio, contadora pública; Daniela Vallejo, comunicadora social; María Luisa Limas, estudiante de sicología y Tatiana Mejía, diseñadora gráfica.
“Creemos en el poder de construir en comunidad, así que, si tienen algún proyecto o idea que compartir, ¡alcen la voz, los escuchamos”.
Gabriel Vallejo López
Especial para Portafolio