Los sobrecostos han sido el común denominador de los últimos grandes proyectos desarrollados por Ecopetrol.
Este fenómeno se ve desde la refinería de Cartagena, que terminará costando más de 1.500 millones de dólares adicionales a lo presupuestado, hasta la planta de etanol de Bioenergy, cuyos sobrecostos se acercan a los 700.000 millones de pesos, pasando por la planta de hidrogenación de la refinería de Barrancabermeja, que valió el doble de lo planeado.
Las dos primeras obras deberán inaugurarse entre finales de este año y principios del próximo, mientras que la planta de Barrancabermeja fue entregada en el 2010.
Pero además, el último informe de auditoría de la Contraloría General de la República muestra que incluso en proyectos de menor escala la empresa presenta problemas de gestión que, solo en el año 2013, le representó un costo adicional de 16.500 millones de pesos.
“La gestión integral en proyectos tanto de oportunidades de negocio como de continuidad operativa que realiza Ecopetrol se ve afectada por la proliferación de documentos de decisión y control de cambio sobre la marcha de los mismos y el sobredimensionamiento de las actividades en cada fase”, dice el informe de la Contraloría.
Esta cantidad de cambios sobre la marcha, continúa diciendo la auditoría, se hace “sin establecimiento de los requisitos de mercado previos y sin las previsiones adecuadas para evitar la pérdida de recursos en actividades no ejecutadas en cada fase de los proyectos”.
Ahora bien, hasta cierto punto, los cambios sobre la marcha son comunes en la industria de los hidrocarburos.
Como explica el exministro de Minas y Energía Luis Ernesto Mejía, en el caso de las refinerías es habitual que los proyectos vayan ampliando su alcance en el proceso de planeación y, por ende cuesten más.
“En la refinería es muy difícil analizar sobrecostos, porque se empieza hablando de una cosa y termina siendo otra diferente. Es el caso de Cartagena, que acabó siendo un proyecto totalmente diferente al que inició. Eso ha pasado en las refinerías de Venezuela y Brasil. Eso no justifica nada, pero quiere decir que no es un tema ajeno a la industria”, señaló.
Para la senadora llanera Maritza Martínez, una de las denunciantes de los problemas de sobrecostos en el proyecto de Bioenergy, hay un problema de fondo en el área de administración.
“Si hay un tema de corrupción, no tengo cómo probarlo, pero lo que sí es claro es que hay una carencia de procedimientos adecuados, integrales, que permitan identificar qué empresas son las adecuadas para ejecutar los proyectos”, señaló.
En el plan estratégico al 2020, la petrolera de mayoría accionaria estatal fijó la eficiencia y la optimización de costos como una de sus metas.
Es claro que en este entorno de precios no se puede dar el lujo de pasarse del presupuesto.
RECORTAR COSTOS Y OPTIMIZAR GASTOS: EL GRAN DESAFÍO
Durante la presentación de la estrategia al año 2020 de Ecopetrol, el mes pasado, el presidente de la compañía, Juan Carlos Echeverry, aseguró que además de la apuesta por invertir en promedio 6.000 millones de dólares al año y de reducir costos por 1.000 millones de dólares anuales en promedio, “el plan contempla una transformación cultural que incentive y promueva la consecución de los resultados”.
Pero también implica escoger muy bien los proyectos en los que se apuesta. Por ejemplo, para la refinería de Barrancabermeja, en una visita hecha por el Presidente de la petrolera a Santander, indicó que lo más probable es que no se haga un gran plan maestro de modernización, cuyo costo estimado es de 7.000 millones de dólares, sino que se gestione de manera modular, es decir, construyendo las plantas más urgentes.