Luego de que el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco diera a Colombia un plazo de dos años, hasta el 2021, para demoler la torre ‘Aquarela’ que se construye en inmediaciones de Castillo de San Felipe de Barajas, en Cartagena, la constructora señaló que el destino del edificio sigue en manos de las autoridades judiciales.
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En una comunicación, los responsables del proyecto aclararon sobre el riesgo de perder la categoría de patrimonio histórico que Cartagena mantiene hasta el momento esta condición.
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"En la actual Cumbre Mundial del Comité de Patrimonio de la UNESCO se conmina al Gobierno colombiano para que cumpla con la obligación de adoptar los Planes Especiales de Manejo y Protección de los monumentos patrimonio que están pendientes, según el requerimiento que les ha hecho desde hace ya 15 años esta organización internacional. No hay, por tanto, una declaración de este organismo donde se determine que Cartagena está en riesgo de perder su título de Patrimonio Mundial", precisó la compañía.
Del mismo modo, aclaró que cuando la UNESCO determina que un bien está en riesgo, se incluye en esta denominación, con el fin de darle marcha a un riguroso proceso de restablecimiento del bien, el cual puede durar años. "No es el caso de Cartagena", explicó.
Los responsables del edifico también señalaron que en este contexto, el Ministerio de Cultura se compromete a seguir adelantando esfuerzos para evitar riesgos que impliquen la pérdida de la declaratoria de Cartagena como Patrimonio de la Humanidad.
"Debemos reiterar que la definición de la suerte del proyecto Aquarela sigue estando en manos de las autoridades judiciales encargadas de atender los procesos legales en los que se encuentra inmersa la obra", puntualizó.