Ante la alta probabilidad de que el país padezca una larga visita del fenómeno de El Niño, los gremios que agrupan a las empresas de generación de electricidad en Colombia dieron un parte de tranquilidad.
Los voceros de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras, Andeg; y la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica, Acolgen, aseguraron que las plantas que funcionan con gas, combustibles líquidos (diésel y combustóleo) y carbón están listas para generar al máximo de su capacidad.
“Las plantas térmicas del país están ciento por ciento preparadas y tienen su combustible listo para generar”, señaló Ángela Montoya, presidenta ejecutiva de Acolgen.
A esta voz de calma se sumó Alejandro Castañeda, director ejecutivo de Andeg, quien explicó que las plantas que generan con carbón (que tienen una capacidad instalada de 1.003 megavatios) tienen reservas para tres o cuatro meses de generación continúa.
En cuanto a las plantas que funcionan con líquidos (1.320 megavatios de capacidad instalada), el ejecutivo señaló que recientemente el Consejo Nacional de Operación hizo una auditoría y demostró que las empresas tienen los contratos de suministro suficientes para operar.
En cuanto a gas la situación es un poco más compleja, porque hay menor oferta de combustible. Entre septiembre y octubre se inicia un nuevo proceso de comercialización, es decir, en el que se pactan los contratos de compra-venta para los próximos años.
Pese a esto, señala Castañeda, las plantas están respaldadas con contratos para producir electricidad cuando el mercado lo demande.
De hecho, ante la amenaza de un recrudecimiento de la sequía, las térmicas están aumentando la generación para permitir a los embalses ‘descansar’ y evitar que lleguen a niveles críticos. Así las cosas, en la última semana han generado hasta el 28 por ciento de la electricidad del país, un porcentaje superior al habitual.
LOS EMBALSES, EN NIVELES ESTABLES
Salvo algunos casos, el nivel de los embalses en la actualidad es normal.
La situación más riesgosa se presenta en el Valle del Cauca que en promedio tiene unos niveles de 37,32 por ciento en sus embalses.
En la Costa Atlántica, donde el verano también ha sido intenso, Urrá maneja un nivel de 63,8 por ciento.
En la zona centro (donde están hidroeléctricas como Betania, Muña, Prado y Sogamoso) los datos de XM muestran un nivel promedio de 56,09 por ciento; en Antioquia, de 65,49 por ciento y en la zona oriente de 97,16 por ciento.
El país en su pico más alto de demanda, puede requerir una potencia de 9.504 megavatios. Las centrales térmicas tienen capacidad instalada para atender 4.400 megavatios, y las hídricas, 10.315 megavatios.
Por eso los gremios hablan de la necesidad de proteger los embalses, para que, pese a las bajas hidrologías, se garantice que los embalses sigan produciendo.
‘QUIEN CONTRATÓ BIEN, NO TIENE POR QUÉ SUFRIR’
Si bien el Gobierno y las empresas aseguran que el país puede generar electricidad aun en temporadas de muy baja hidrología, el hecho de que se genere con combustibles fósiles (carbón, gas y diésel) hace también que se encarezcan los precios en el mercado a corto plazo, que se transa en la bolsa de energía, la cual eventualmente se puede transferir al componente de generación de las tarifas de los usuarios.
Sin embargo, según Andeg, esto solo tendrá un impacto en aquellas empresas que no han hecho contratos a largo plazo para comprar energía.
“El que no está expuesto a bolsa no tiene que sufrir, y la mayoría de las comercializadoras están respaldadas con contratos a largo plazo”, señaló Alejandro Castañeda.