La entrada de los Tratados de Libre Comercio a Colombia, no solo dinamizan una gran cantidad de cadenas productivas motivadas a exportar, sino que también hace poner en guardia a la industria automotriz que comienza a alistar sus mejores estrategias para poder competir con un mercado, que aunque todavía tardará unos ocho o 10 años, llegará con bajo o cero arancel, lo que amerita un plan B bien montado.
Para Eduardo Visbal, vicepresidente de Comercio de Fenalco, una de las grandes ventajas que tienen los fabricantes presentes en Colombia es que saben qué le gusta al comprador nacional y de qué manera satisfacerlo, por tanto, tendrán con qué competir cuando lleguen los modelos exentos de tributos.
“Y de ahí parte toda una carrera por innovar con accesorios y tecnologías, como también con paquetes comerciales atractivos. Pero también es un reto para que las ensambladoras alisten productos competitivos para exportar”, indica Visbal.
Andrés Aguirre, presidente de Chrysler Colombia, dice que pese a que las marcas que representa son de origen estadounidense, su compañía ya siente las ventajas del acuerdo comercial que nuestro país sostiene desde hace varios años con México, ya que la mayor parte de su portafolio procede de esa nación, de la que hoy llegan los vehículos con cero arancel, lo que redunda en menores precios para el usuario.
“Sin embargo, teniendo en cuenta que la mayor parte de las firmas automotrices en el mundo se han puesto en la tarea de diversificar el riesgo de origen y el de monedas, han ido montando plantas de ensamble y productoras en diferentes países para ganar mercado y aprovechar ventajas arancelarias.
Y Chrysler no se ha quedado atrás en este propósito, ya que con su producción en Estados Unidos, su planta en México y con el matrimonio que actualmente sostiene con Fiat, empieza a perfilar nuevos esquemas de producción.
Desde esta perspectiva, los productos que se hacían en Norteamérica seguramente pasarán a fabricarse en Italia o en Brasil (con Fiat) o en México (con Chrysler), lo que nos permitirá aprovechar los TLC, por ejemplo, con Europa, a la vez de tener una serie de beneficios para la compañía en los próximos cuatro años, ya que el portafolio que se planea desarrollar está perfilado para el mercado latino”.
Por otro lado, Jorge Alejandro Mejía, presidente de GM Colmotores dice que Chevrolet ha puesto sus energías en un plan de transformación industrial, con el que quieren convertirse en el primer fabricante de vehículos del país, aumentar significativamente el valor agregado nacional en nuestros procesos productivos y generar oportunidades de empleo para fortalecer el desarrollo profesional en Colombia.
“Para tal efecto, estamos invirtiendo 200 millones de dólares en este programa que lleva la operación de ensamble a producción. Este proyecto está en su primera fase, el cual se encuentra en un 70 por ciento de ejecución”.
Por su parte, Raúl Mier, gerente Automotriz de Derco Colombia, enfatiza en que “en el mediano plazo esperamos el inicio formal de negociaciones entre Colombia y Japón, que los lleve a un acuerdo.
De momento, estamos convencidos de que nuestra oferta de valor es superior, por origen de los productos, diseño, tecnología y calidad”.
EUROPEOS Y ASIÁTICOS, LOS PRÓXIMOS AL RUEDO
De otro lado, Gustavo Adolfo Cano, gerente comercial de Hyundai Medellín, dice que han venido trabajando para sacar adelante el tratado de libre comercio con Corea, que ahora quedó en manos del Congreso para su ratificación.
“Hemos sido los más perjudicados, porque nuestros productos no han tenido esa ‘ayuda’, por eso, esperamos que la ratificación por parte de ambos congresos se cristalice rápidamente, aunque estamos conscientes de que los precios de los vehículos no bajarán en el corto plazo en ninguna marca”, señala Cano.
Para María Páez, gerente de producto de Daimler Colombia, la entrada del TLC con Europa va a ser muy ventajosa para las marcas premium o de lujo, porque casi todas provienen de allá. Aunque considera que el impacto no se verá de forma inmediata, sino a unos siete años y de forma gradual.
“Pero, en ese tiempo se tendrá una partida muy buena, por ejemplo, con Mercedes Benz, porque venimos con la nueva generación de compactos y con productos que no se tienen acá. Esta será la mejor forma de acercar nuestra marca a otro tipo de público, con precios más accesibles y tecnologías de mayor calidad”.
Luis Alfredo Huertas, gerente de Mercadeo de Metrokia S.A., afirma que solo hasta en 10 años estaremos desgravados; “sin embargo, no tendremos una ventaja competitiva, ya que los ensamblados cuentan, desde hace años, con cero arancel en sus CKD; la mayoría de los competidores que tenemos traen sus vehículos de México, con cero arancel; y los europeos vienen con un tratado a 7 años. Desde esta perspectiva, vamos a tener que ajustar estrategias con mayores tecnologías y equipamientos”.