Las empresas deben pasar de los modelos de prevención basados en el ‘olfatímetro’ a modelos de predicción basados en los datos. Claramente, "son el 'nuevo petróleo y es necesario usar esa energía para la toma de decisiones”.
Ese es el planteamiento de Alejandro Romero, socio y CEO para las Américas en Llorente & Cuenca, y quien recientemente estuvo en el país presentando un estudio sobre tendencias ciudadanas, a partir del aprovechamiento de más de 600.000 datos.
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¿Qué son las tendencias ciudadanas?
Es lo que vemos y nos dicen los datos. Nosotros tratamos, en el mundo de hoy donde casi todo es medible, de analizar más de 600.000 datos en una conversación espontánea que nos permite determinar hacia dónde van esas tendencias ciudadanas en países como México, Argentina, Brasil y Colombia, en función de cuáles son las temáticas que interesan más.
Del hallazgo de esas tendencias ciudadanas hay diferentes temáticas en función de cada generación. La pandemia ha cambiado nuestro orden de prioridades para cada uno de esos grupos.
¿Cómo fue el trabajo?
Esto tiene un nivel de 124.000 perfiles con más de 600.000 datos.
Genera un nivel de información imposible de alcanzar en una encuesta tradicional, al mismo tiempo de que no hay ningún sesgo porque son las conversaciones espontáneas de las propias personas. Hacemos una valoración de la información para determinar los territorios principales de conversación y en qué comunidades están influyendo con el fin de localizar estos insight.
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¿Y cuáles son las conclusiones?
Las primeras temáticas de ciudadanos empoderados que hemos determinado en este modelo de conversación son una mayor preocupación por la igualdad social, por la igualdad de la orientación sexual y por la igualdad de género. Y eso ha venido para quedarse pospandemia como principales temáticas de conversación del grueso de la población en los países. Eso ha marcado tendencias respecto a la esperanza económica, al cambio de valores y creencias y a la importancia del hábito del ahorro y la inversión que se han revaluado también tras la crisis sanitaria. La Generación Z, de los centennials, que van de 10 a 26 años, expresa una gran incertidumbre sobre su futuro. Por su parte, los millennials (27 a 41 años), que era la que iba tras la inmediatez ahora está en búsqueda de la estabilidad.
¿Y los otros grupos?
Entre tanto, en la Generación X que va de 42 a 53 años, el modelo nos ha llevado a anhelar el mundo pasado que nos ha dado estabilidad y la bonanza económica de la que más o menos gozamos, somos un poco los protagonistas de la sociedad del bienestar. Finalmente, están los baby boomers, de 54 a 80 años, quienes siguen confiados en su entorno. Son los que piensan más en el corto plazo porque están viviendo un momento de disfrute y están decidiendo en qué gastan su patrimonio desde un punto de vista de felicidad, indulgencia y disfrute de la vida.

Alejandro Romero, socio y CEO para las Américas en Llorente & Cuenca.
¿Qué tienen en común?
Independientemente de la generación, la digitalización y el uso de las redes sociales.
¿Qué esfuerzos de tecnología han hecho para hacer estos estudios?
Lo expreso en tres ideas. Todo esto no lo hacíamos hace 18 meses, lo que evidencia la evolución de nuestra profesión. La segunda idea es que en una organización donde somos más de 1.000 profesionales tenemos 66 ingenieros y esto lo que muestra es cómo ha impactado el mundo de la tecnología el mundo de la reputación y de la comunicación.
Y la tercera idea es que en esta apuesta por la tecnología y el análisis de datos estamos pasando de modelos de prevención a modelos de predicción. No hay mejor manera que impactar el futuro, pensarlo, analizarlo y descubrirlo. Trabajar sobre modelos de predicción es la nueva estrategia para cualquier organización porque los datos son el nuevo petróleo y uno necesita esa energía para poder avanzar y en LLYC defendemos esa idea.
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¿Qué tan receptivos están los clientes?
Hay mucha necesidad. Antes nos basábamos más en modelos estadísticos o modelos de proyección de datos y ahora tenemos los datos. No hay que proyectarlos, hay que analizarlos y localizar esos insights que nos permiten esa toma de decisiones. Por lo tanto cualquier organización en el mundo de hoy necesita tener una plataforma de análisis de datos y nosotros hemos invertido mucho en esa tecnología, en ese talento y en tratar de tener una plataforma muy robusta.
¿Es un paso adelante de la consultoría tradicional?
No es un paso adelante, es una revolución. Es pasar a un modelo de consultoría en el que todo lo podemos medir y en donde tangibilizar el impacto de una buena estrategia o campaña de comunicación es mucho más sencillo. También nos permite rediseñar más fácilmente las estrategias que proponemos y la capacidad de comunicación con las audiencias.
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¿Qué puede seguir?
Pueden seguir más datos, mejor interpretación neurolinguística de esos mensajes. Todo esto está apoyado sobre la base de inteligencia artificial que es lo que permite analizar un buen volumen de datos y estas plataformas y herramientas van a mejorar exponencialmente. Pero siempre vamos a necesitar el filtro humano del consultor que tiene la capacidad de abstracción para interpretar y localizar los insigths.
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