El entorno regional no fue fácil de sortear en el 2013 para ZF, la multinacional de origen alemán dedicada al desarrollo y la venta de repuestos para automotores.
Debido a esto, su crecimiento alcanzó solo 5 % en América del Sur, con una facturación de 2.000 millones de euros, según reveló el director de ZF Services en el área, Joao Lopes.
“Brasil tuvo una inflación de 6 % y creció por debajo del 2 %; en Argentina, la inflación llegó al 25 % y el crecimiento fue de 0; esto impidió un crecimiento más fuerte”, anotó Lopes.
Ese contexto, contrastante con el clima de optimismo que hay sobre Colombia (ver recuadro), llevó al grupo a abrir su oficina en Bogotá en diciembre, desde la cual atenderá no solo las operaciones de posventa en el país, sino en el norte de Suramérica: Venezuela, Ecuador, Guyana y Surinam.
Y aunque esta área representó apenas el 5 % de la facturación (10 millones de euros), su potencial es tan grande que la matriz vio la necesidad de brindarle una atención más directa.
“Aspiramos a duplicar la facturación en tres años”, indicó Lopes.
El fin es quitarle mercado a las marcas asiáticas.
Las 10 personas de la nueva sede en el país serían la punta de lanza para abrir más mercado y ver la posibilidad de establecer un centro de distribución en el futuro.
En la actualidad, ZF tiene 4 plantas de producción en Brasil y 1 en argentina, y proyecta otra en un lugar que sus directivos aún se abstienen de revelar; sin embargo, la posibilidad de que sea en Colombia es remota, ya que, según explica, la demanda aun no lo justifica.
Según el director regional, el grupo proyectó inversiones en Suramérica por 300 millones de euros entre el 2008 y el 2016 para desarrollo de nuevos productos, ampliación de plantas e incremento de la calidad.
De estos, han ejecutado 130 millones.
Y aunque el ambiente en el 2014 también luce incierto por la realización de elecciones en Colombia, Argentina y Brasil, el plan de la compañía es lograr crecer 7 % en el subcontinente.
Concesiones 4G animaron apertura de nueva sede Las concesiones de cuarta generación, con 11 millones de pesos en inversión en la primera fase, fueron uno de los motivos para la llegada de ZF al país, igual que proyectos como Hidroituango, pues las obras requerirán camiones cuyos repuestos son la especialidad del grupo.
El otro incentivo fue el alto desarrollo que alcanzado por los sistemas de transporte masivo, tipo TransMilenio, que representan el 18 % de su facturación en Colombia.
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