Se estima que en Colombia se consumen alrededor de 33 millones de sandalias y chanclas (flip flops en inglés) al año, de acuerdo con un estudio de la firma System 1.
Así mismo, se calcula que este es el segundo tipo de calzado más utilizado en el país y que el 78% de los colombianos usa sandalias en cualquier momento del año, gracias, en gran medida, a la baja estacionalidad del clima.
En este segmento las marcas brasileñas, tales como Havaianas e Ipanema, se han consolidado como lideres, no solo a nivel nacional sino también mundial, y actualmente cada empresa afirma tener presencia en más de 100 países.
De hecho, la firma Havaianas asegura que al año produce y vende más de 360 millones de pares de sandalias y chanclas, a través de las 730 tiendas de su propiedad y más de 150.000 puntos de venta indirectos.
Y es a este mercado al que Matilde Sandals, un emprendimiento colombiano fundado por dos socios con más de quince años de experiencia en el sector de la importación de calzado, quiere entrar.
La fábrica está ubicada en la ciudad de Bogotá y la meta para este año es producir más de 720.000 pares de ‘flip flops’, llegando así a utilizar el 100% de su capacidad instalada.
De esta manera, y aumentando la producción de manera escalonada, aspiran a facturar más de $450.000 millones al término del 2019.
De acuerdo con Jaider Vergara, gerente general de Matilde Sandals, actualmente, a menos de tres meses de haber empezado a comercializar sus productos, están vendiendo unos 30.000 pares, lo que equivale al 25% de su potencial.
“El principal reto es darnos a conocer porque el mercado está definido y hay unos participantes con mucha fuerza. La idea es posicionarnos, tomar fuerza en el mercado local y también dirigir nuestra visión hacia el mercado internacional. De hecho, ya tenemos un par de negocios avanzados en Costa Rica y Nicaragua”, indícó Vergara.
Concluyó que “fabricar en Colombia nos da una pluralidad enorme a nivel de oferta en diseño, porque cuando se trabaja con productos importados, la oferta es más reducida y limitada. Esto porque los diseños son aprobados con mucha antelación y se demoran varios meses en llegar a nuestro país, mientras que nosotros estamos aquí, conocemos las necesidades diarias y podemos responder a eso con mayor eficiencia”.
