Luego de conquistar el mercado nacional y el de varios países suramericanos, la Empresa Colombiana de Productos Veterinarios (Vecol) está haciendo negocios de talla mundial.
Para esto, logró una alianza productiva con un laboratorio de insumos biológicos en Inglaterra, donde Vecol aportará los años de experiencia que ha venido acumulando en los procesos de producción de la vacuna contra la fiebre aftosa.
El anuncio lo hizo este fin de semana el presidente de la empresa, Elías Borrero, quien dio otros detalles sobre el tema, sin duda, una de las pocas ocasiones en las que Colombia vende un insumo tan valioso como son los resultados y los protocolos de sus investigaciones para producir vacunas.
¿Qué busca con esta alianza?
Hacer investigación y desarrollo de vacunas contra la fiebre aftosa, pero con las cepas que afectan el hato de los países asiáticos.
¿Por qué no lo hace Vecol acá en sus laboratorios?
Imposible. Está prohibido importar y manipular esas cepas, que son exóticas para el país.
Vale la pena recordar que, según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), en el mundo existen siete especies (cepas) distintas del virus, llamadas O, A y C, que afectan a América y Europa), Sat1, Sat2 y Sat3 (en África y Asia) y Asia 1, (Asia).
¿Qué venderá la compañía?
El conocimiento y todos los procesos de producción que se han desarrollado en esta compañía.
¿Cuál es el valor?
Estamos haciendo las valoraciones de caso y, además, negociando las regalías por las ventas que haga el laboratorio con el cual vamos a trabajar en Inglaterra.
¿Desde hace cuánto comenzó a hacerse el negocio?
Desde comienzos del segundo semestre del 2013. Es una oportunidad para nuestros técnicos de ir a compartir ciencia y tecnología desarrollada en Colombia.
¿Cuándo se firmará y comenzará a funcionar?
Durante el transcurso de este año.
¿Cómo se comportó el sector agrario del país, su objetivo comercial?
No se nota un crecimiento en el hato, los precios del ganado estuvieron deprimidos durante el año y se incrementó el contrabando no solo de ganado sino de medicamentos procedentes de Venezuela, favorecido por el diferencial cambiario.
¿Y la competencia local?
Hay proliferación de laboratorios de toda índole, lo que ha llevado a una competencia ‘feroz’, pero en desigualdad de condiciones.
Por ejemplo, colocan medicamentos e insumos agrícolas a muy bajos precios en las fincas de los productores, con condiciones laxas, muy difíciles para competir.
¿Vecol ha subido los precios?
Desde hace cinco años no hemos subido los precios de nuestros productos; solo los relacionados con la fiebre aftosa, pero en la en la misma proporción de la inflación causada, por cierto baja en los últimos años.
Pese a lo descrito, ¿cómo le fue a la compañía?
Tuvimos un buen año, cumplimos la meta en cuanto a ventas y utilidades.
¿Esto, con una ‘cuota de sacrificio’?
Sí. Pusimos en marcha un plan agresivo de reducción de costos de producción y de gastos administrativos.
¿El dólar lo ha ayudado en algo o perjudicado??
Hemos sabido manejar este tipo de situaciones cambiarias. Aprovechamos los momentos de alta revaluación para abastecernos de muchos insumos importados para la producción.
Igual, hemos logrado altas ganancias cerrando operaciones de comercio exterior en el momento adecuado, con compradores de países como Ecuador, Perú y Uruguay.
¿Cómo estuvieron las ventas?
Habíamos presupuestado ventas por 68.500 millones de pesos, pero las superamos en 3.500 millones más, es decir, cerramos el año en 70.000.
¿Y las utilidades?
Pasamos de 11.700 millones de pesos registrados en el 2012 a 12.700 millones para el ejercicio del 2013.
Perdimos dinero en las líneas de biológicos y farmacéuticos, pero ganamos con las exportaciones de vacuna contra la fiebre aftosa a Perú, Ecuador y Uruguay; en estos mercados logramos buenos precios y eso nos ayudó a hacer crecer las utilidades.
¿Y en Venezuela?
No volvimos a exportar allí. Cerramos ese mercado debido a la falta de mecanismos expeditos para lograr los pagos.
Volviendo a la empresa, ¿algún programa de desarrollo local?
Sí. Contra las utilidades de la compañía, invertiremos en un programa de sanidad animal en once zonas del país.
¿Qué busca este proyecto?
Identificar enfermedades que afectan el hato tanto bovino como porcino, pues hay muchas que tiene una prevalencia que ocasiona mermas en la producción y la productividad de las fincas.
¿En cuáles zonas trabajará?
En unas zonas ‘de excelencia sanitaria’ dedicadas a la ganadería de leche, de doble propósito y de carne.
También en tres que están dedicadas, casi que exclusivamente, a la producción porcina.
Juan C. Domínguez
Economía y Negocios