Las ventas de botes de recreo en Colombia van ‘viento en popa’. La mejora en la percepción de seguridad del país ocasionó un auge en la compra de navíos de lujo, como yates y catamaranes, y ha puesto al mercado local en el radar de varias empresas internacionales que lo ven como uno de los más prometedores en América Latina para su negocio.
Muestra del buen momento por el que atraviesa este segmento es el crecimiento que ha tenido el registro de los navíos privados en el país: solo en el 2013 se inscribieron 220 navíos de recreo, 27 por ciento más que en el 2009, de acuerdo con cifras de la Dirección General Marítima. Pero esa es solo la punta del iceberg, pues, según esta misma entidad, solo el año pasado arribaron a las costas de Colombia 3.325 botes de recreo, 29 por ciento más que las registradas durante el 2009.
Romain Gindre, gerente general de Globe Sailing, es uno de los empresarios interesados en el mercado colombiano. Su compañía comercializa las marcas lujo Privilege y 5X Outremer, cuyos navíos se venden desde 500.000 euros (cerca de 1.375 millones de pesos). “En el mercado se consiguen modelos básicos de más o menos 38 pies y acabados simples. Usualmente es la primera compra que hacen y de allí pasan a modelos más sofisticados como los nuestros”, señaló. “La economía del país está mucho mejor desde hace años. La gente está lista para gastar dinero y se están comprando naves que son un nuevo juguete y estilo de vida”, agregó.
Por su parte, Alessandro Diomedi, director del Ferretti Group para América Latina, dice que las naves medianas, de entre 60 y 70 pies, son las que más se venden en Colombia, ya que este mercado “tiene toda la infraestructura necesaria para albergar naves más grandes”. En su caso, el bote de entrada cuesta alrededor de 3,5 millones de dólares (7.000 millones de pesos) e incluye acabados de lujo. “Los colombianos están descubriendo y desarrollando el gusto por los navíos. Hace 3 años, la más grande en Cartagena era de 60 pies, ahora es común ver de 90”, agregó el vocero.
Sin embargo, comprar una nave de este tipo es apenas el primer paso en este mercado. En este sentido, Carlos Londoño, gerente general de la Marina Todomar, en la capital de Bolívar, dice que mantener un navío en sus instalaciones cuesta desde un millón de pesos y, de ahí, se incrementa según las necesidades de cada cliente. “El buen momento del mercado viene a raíz del desarrollo del turismo de placer en la ciudad, ya que cuando la persona, bien sea colombiano o extranjero, compra un apartamento aquí ve la necesidad de tener su propia embarcación”, indicó.
En cuanto a las proyecciones de las ventas, los expertos en la materia prevén que seguirá creciendo a doble dígito en los próximos años. Sin embargo, coinciden en la necesidad de agilizar los trámites para fortalecer la infraestructura alrededor de la navegación privada. Cabe resaltar que este desarrollo ha traído consigo un crecimiento en el empleo que genera el sector. Solo en Cartagena, 3.000 personas hacen parte de este negocio, según cifras de Iván Darío Ruíz, jefe de encadenamientos productivos de la capital de Bolívar.
EL SECTOR SE REÚNE EN CARTAGENA
Este fin de semana Cartagena será sede del International Boat Show, el encuentro más grande de fabricantes, comerciantes y compradores, tanto nacionales como extranjeros de productos y servicios dirigidos a personas interesadas en la actividad náutica recreativa, deportiva y profesional. El evento se llevará a cabo en el centro de convenciones de esa ciudad.
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