En las últimas horas, ExxonMobil de Colombia finalizó el proceso de venta de los activos de su negocio de lubricantes, que poseía en el territorio nacional, a la Organización Terpel.
La operación de la multinacional hace parte de una estrategia a nivel global y continental, la cual consiste en enfocar su operación en las líneas de exploración y petroquímicos, a través de sus afiliadas en el país, ExxonMobil Exploration Colombia Limited y ExxonMobil Soth America Pacific Coast Limited.
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“En el caso del negocio de downstream (lubricantes y combustibles), ExxonMobil firmó un acuerdo con la Compañía de Petróleos de Chile (Copec) para la distribución de lubricantes en Chile, Colombia, Ecuador y Perú y la transferencia de sus filiales de lubricantes y combustibles en Colombia, Ecuador y Perú”, señala una carta del Departamento de Asuntos Públicos y Gobierno de la compañía.
A renglón seguido, recalca la misiva que la transacción se basa en un modelo global de negocios integrados que implementa ExxonMobil y en su relación por casi 60 años con Copec en Chile, y tiene como propósito expandir las redes de distribución de lubricantes con las marcas de ExxonMobil en mercados en expansión, como son los de Chile, Colombia, Ecuador y Perú.
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Así, el acuerdo otorga a Copec o a sus empresas filiales, derechos para distribuir lubricantes de la marca Mobil en Chile, Colombia, Ecuador y Perú, y la transferencia de una planta de lubricantes en Colombia y Perú.
En este caso, la Organización Terpel actuó como designada por Copec para la citada transacción.
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En cuanto al negocio de combustibles, este consta de 11 terminales, acuerdos de suministro con cerca de 740 estaciones de servicio marca Esso y Mobil en Colombia y Ecuador, y una operación de combustibles de aviación en Perú.
“Cabe resaltar que el comprador deberá entregar el negocio de combustibles a un comprador transitorio que, a su vez, deberá venderlo a un tercero que, de acuerdo con la resolución de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), deberá ser un agente con experiencia acreditada en el desarrollo de actividades de la cadena de valor de combustibles líquidos derivados en Colombia o en el extranjero, en un plazo improrrogable no superior a nueve meses”, señala el documento de ExxonMobil.
Durante este proceso, la operación de combustibles en Colombia seguirá funcionando con normalidad y las marcas de combustibles Esso y Mobil continuarán hasta que se definan los planes para la compra de este segmento por parte de terceros.
Cabe señalar que, desde el pasado 15 de marzo, Exxonmobil de Colombia pasó al control de un Patrimonio Autónomo, administrado por una fiduciaria, cuyo mandato es cumplir con los condicionamientos establecidos por la SIC en la resolución mencionada. Entre ellos, se encontraba transferir el control del negocio de lubricantes Mobil a Terpel en Colombia, lo cual se hizo efectivo el pasado martes (3 de julio).
La SIC también estableció que, antes de poder adquirir los activos de lubricantes de Exxonmobil de Colombia S.A., Organización Terpel debía vender algunos de sus activos propios asociados a este negocio. Después de realizar un riguroso análisis, Exxonmobil de Colombia decidió comprar dichos activos, con una inversión de US$12.493.933. Estos incluyen la fábrica de lubricantes ubicada en la ciudad de Bucaramanga, la cesión de algunos contratos del segmento industrial, así como las marcas Maxter y Maxter Progresa.
“Llevaremos a esta nueva fábrica la excelencia operacional que siempre nos ha caracterizado, con el objetivo de tener productos de lubricación de alta calidad para nuestros consumidores. La integración de lubricantes a la operación de combustibles existente, sin duda fortalece nuestra propuesta hacia el mercado y eleva de manera importante la competitividad de la compañía”, resaltó Carlos Noack, presidente de ExxonMobil de Colombia.