Entre el lunes y el miércoles de esta semana las cabezas y representantes del Grupo Gilinski y del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) les dieron los últimos toques al Acuerdo de Madrid, que al concretarse denominaron Memorando de Entendimiento (MOU) y que pone fin a un capítulo en el que se enfrentaron por la propiedad de Nutresa, Grupo Sura y Grupo Argos.
Dicho MOU se comenzó a perfilar a finales de marzo, cuando en medio de las asambleas anuales se daban algunos fallos judiciales por demandas interpuestas por las dos partes.
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El MOU dice que el GEA le entregará a su contraparte el control de al menos el 87% de la propiedad de Nutresa, el principal procesador y distribuidor de alimentos de Colombia y a su vez el Grupo Gilinski retornará el 40,5% de acciones del Grupo Sura al grupo antioqueño, aunque para que esto se dé, se deberá esperar las respectivas autorizaciones.
Este jueves, tras conocerse los pocos detalles del Acuerdo de Madrid, la Bolsa de Valores de Colombia suspendió la negociación de las acciones de Grupo Sura, Grupo Argos y Nutresa por 15 días.
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Aunque aún hay varios elementos que se deben aclarar en materia de la mecánica de las desinversiones de uno y de otro lado, así como de los precios a los que se realizarán, en el ambiente quedó la sensación de que la pugnacidad entre ambas partes quedó atrás.
Sin embargo, falta ver de qué manera actuará la Justicia, pues hay demandas y contrademandas en algunos tribunales que aún no se han fallado.
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Afirmar que hay ganadores y perdedores en este capítulo empresarial, que comenzó el 10 de noviembre de 2021 con el lanzamiento de una oferta pública de adquisición de Gilinski por hasta el 52% de Nutresa, y que luego amplió hacia Grupo Sura, la holding financiera del GEA, y con la que podría avanzar en su intención de adquirir el control de Bancolombia, aún es prematuro de aventurar.
Gilinski no pudo avanzar, de momento, hacia la joya de la corona que en este caso es el banco más grande del país y con una presencia importante en Centroamérica, ni hacia todo el GEA, y este último prefirió entregar su sector de alimentos, con plantas de producción en 17 países y en más de 82 se consumen sus productos.
Analistas no se ponen de acuerdo sobre cómo quedará el GEA tras la operación, pues algunos dicen que con dos sectores (financiero e infraestructura) este podría consolidarlos y blindarlos ante posibles intentos de tomas hostiles en el futuro e, incluso, tratar de hacer compras de empresas de alimentos.
(Suspenden acciones de Nutresa, Sura y Argos en la Bolsa de Valores).
Otros dicen que el enroque de propiedades cruzadas, creado hace cerca de 44 años por el GEA para evitar que grupos empresariales los adquirieran, se habría acabado, pues uno los dos grupos que quedan, Sura y Argos debería subordinarse al otro.
Para Édgar Jiménez, profesor de Finanzas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, el Grupo Gilinski hizo el negocio, pero los recursos son del grupo emiratí IHC, que tendrá mucho que ver en los siguientes pasos que Nutresa dé en Colombia y su ampliación del proceso de internacionalización.
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“Para los árabes pueden ser más estratégicos los alimentos y de pronto pueden moverse mejor que en el tema financiero. Esa puede ser una de las claves del acuerdo”, dice.
Aunque advirtió que en medio de esta negociación “uno no sabe si esto va a parar ahí”. Lo que sí anticipa es que luego de finalizar la suspensión de las acciones, las de Nutresa van a caer de precio.
Por su parte, Steffanía Mosquera, VP de Equity Research de la firma Credicorp Capital, dice que la transacción debería ser positiva para el mercado colombiano en un contexto de bajos volúmenes. Además, también creemos que las transacciones podrían ayudar a simplificar la estructura de Grupo Argos y Grupo Sura, lo que podría ser visto como positivo por los inversionistas.
El plan para adquirir participaciones accionarias en algunas de las empresas del GEA que llevó a cabo el Grupo Gilinski y su socio de Emiratos Árabes Unidos, estuvo dirigido desde el comienzo, en el cuarto trimestre de 2020, en plena pandemia y un año antes del lanzamiento de la primera OPA, por parte de la firma legal Gómez Pinzón Abogados, que realizó procesos de asesoría, definición de conceptos, estrategia jurídica, financiera, bursátil y gobierno corporativo, entre otros.
Por su parte, la firma DLA Piper Martinez Beltrán Abogados participó con el Grupo Gilinski en el último año coordinando parte de la estrategia legal relacionada con las demandas.
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