A unas cuantas cuadras de la plaza de mercado de Paloquemao, en Bogotá, está la fábrica de Promociones Fantásticas S.A.S., firma que en más de 30 años de existencia ha logrado especializarse en la fabricación de pitillos, a tal punto que elaboró uno que se biodegrada en un lapso de 36 meses.
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La compañía ya llega a 23 países en todo el continente, al exportar los pitillos industriales, que son aquellos que van en las cajas de Tetra Pak, de jugos, leches saborizadas, entre otros productos. Recientemente, obtuvieron la noticia de que llegarán a Asia.
“Acabamos de hacer un contacto, de la mano con ProColombia, con un cliente en Tailandia. Y ya logramos cerrar ese negocio, por lo que vamos a empezar a exportar hacia ese país; el primer contenedor sale este mes”, manifestó Carlos Eduardo Cruz, gerente general de la empresa capitalina, que también está promocionando internacionalmente el producto biodegradable que busca conservar el medioambiente.
De igual manera, consideró como un logro muy importante el poder penetrar mercados asiáticos “porque ellos son los reyes de la fabricación del pitillo plástico. Competir con ellos era casi que imposible. No obstante, con un artículo innovador pudimos hacerlo. Ellos aún no han llegado a producirlo, están en etapas de desarrollo”.
Incluso, Cruz considera que, a futuro, este tipo de pitillos tendrá una alta demanda en el mundo. “Es un producto que es una respuesta perfecta a la coyuntura que está atravesando el mundo de la contaminación del plástico de un solo uso”, complementó.
Sobre el interrogante de cuáles otros mercados quisieran abordar, Cruz no dudó en señalar su interés por vender sus productos al mercado africano. “Estamos haciendo un estudio de factibilidad, de mercado, para entrar a países como Nigeria. Igualmente, otros pasos importantes sería el de comercializar los pitillos en Medio Oriente y Europa”, señaló Cruz.
Así es como el 70% de las ventas de Promociones Fantásticas proviene de las ventas internacionales, es decir, entre US$10 millones y US$12 millones por año. “Queremos llegar a unos US$30 millones en ingresos totales, de aquí a unos tres o cuatro años, dada la necesidad de unos pitillos amigables con el medioambiente”, aseguró el gerente.
Con miras a aumentar su facturación, la compañía deberá llegar a su capacidad máxima de producción que es de 6.000 millones de unidades de pitillos anualmente; hasta el momento están en 4.000 millones de unidades.
Pero la firma también es profeta en su tierra, dado que según cifras de Promociones Fantásticas, tienen la mayor participación de mercado, tanto en pitillos industriales como en los de uso masivo, que son los que se consumen en restaurantes, por lo general.
“En la línea industrial, trabajamos con empresas como Alpina y Postobón. Y del lado de restaurantes, donde tenemos entre 85% y 90% de ese mercado, están en nuestro portafolio cadenas como Burger King, McDonald’s, El Corral, Subway, entre otras”, apuntó Cruz.
En medio de su éxito, la empresa sabe que no puede dormirse en sus laureles, por lo cual espera seguir reduciendo el tiempo de biodegradación de sus pitillos.
“Por el momento, estamos en pruebas para que el pitillo se biodegrade en 12 meses. Luego, la idea es poder llegar a los seis meses, con el fin de ayudar con los problemas medioambientales que tiene el planeta”, contó Cruz, quien dejó claro que este pitillo se vendería para uso masivo y no para industrial, dado que las cajas de Tetra Pak tienen fechas de vencimientos de un año.
Más allá de estas líneas de producto, también están fabricando pitillos de papel para algunos clientes en Estados Unidos, y tienen pensando elaborar unos a base de algodón de maíz o bagazo de caña.
No obstante, la confección de estos pitillos es más costosa, por lo que en los próximos años, dependiendo de las necesidades del mercado nacional e internacional, se dedicarían solamente a manufacturar su producto estrella biodegradable.
En cuanto a la pregunta de si Colombia puede llegar a ser una potencia mundial en exportaciones de pitillos, Cruz dijo: “¿Por qué no? Soñar no cuesta nada. El futuro no se hereda, se sueña y se construye”.
Por otro lado, en el último año, según Acoplásticos, el consumo de plástico fue de 27 kilogramos por persona. De estos, el 56% corresponde a empaques y envases para productos industriales de higiene y aseo, y para alimentos. En el país, los plásticos de consumo único son usados masivamente. De acuerdo con cifras del Dane, en el 2016 se consumieron 19,8 millones de pitillos de plástico.
Si se promedia su tamaño a 20 centímetros y se unieran uno a uno hasta formar una línea, se obtendría una distancia de 3.960 km, es decir, lo equivalente al trayecto entre Bogotá y Dallas, Texas (Estados Unidos).
Andrés Felipe Quintero Vega
En Twitter: @QuinterovAndres