Aunque hasta hace menos de una década el uso de prendas de control como fajas y cinturillas ya se había extendido en Colombia, Estados Unidos y Europa, cuatro emprendedores antioqueños -con una larga carrera en el sector textil- tenían claro que estos productos no cumplían del todo con las expectativas de sus compradores. Tras investigar y estudiar con minucia el mercado, entendieron que los clientes se quejaban de alergias y de la rigidez que, incluso, resultaba molesta para respirar.
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Así, los antioqueños José Santos, Federico Santos, Santiago Sierra y David Sierra se unieron para darle un giro al modelo tradicional de hacer prendas de control. Sin titubear, vieron una oportunidad para comenzar a buscar telas antialérgicas y confortables que lograran que llevar una faja fuera una experiencia agradable, e incluso, adecuada para optimizar la recuperación tras procesos quirúrgicos.
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“Queríamos ser diferentes. El mercado natural estaba consumiendo productos como cinturillas de materiales como el látex y el powernet (una tela elástica). Antes de salir al mercado, investigamos, innovamos y desarrollamos dos telas. Nuestro ADN está pensado en el confort”, relata Santiago Sierra, cofundador de la compañía Trueshapers.
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La etapa de desarrollo e investigación no solo significó esfuerzos económicos de los cuatro socios, sino dos años de trabajo duro. Con esa base, cuenta Sierra, en 2015 Trueshapers se lanzó al agua oficialmente como compañía durante la feria Colombiamoda con ropa de control sin costuras, hecha de materiales cómodos, y adecuada para ser utilizada por el sector médico.
Esta propuesta, que fue bien recibida durante la feria, continuó abriéndole las puertas a la naciente compañía para avanzar en la reinvención de la manera de moldear. Así, los cuatro socios tomaron la decisión no solo de apostarle al gran potencial del mercado interno, sino de hacer la diferencia en el exterior. Esto los llevó –con maletas cargadas de productos recién salidos de la línea de producción– a comenzar una larga tarea de exploración de mercados que tenía como obligación visitar las ferias de textiles y moda más importantes del mundo.
El primer paso de los cuatro socios para poner sus productos en el exterior fue aprovechar el detallado conocimiento que ya tenían de los perfiles del consumidor estadounidense. Allí, cuenta Sierra, ya había terreno ganado porque existían contactos para manejar logística, inventarios y etiquetado, entre otros.
Y mientras las fajas y cinturillas de Trueshapers comenzaban a conquistar poco a poco a los diversos consumidores de Estados Unidos con su propuesta cómoda y ligera, los socios tomaron otra determinación: mercados como México, Centroamérica, Suramérica, e incluso Europa, tenían atractivos perfiles de compradores a quienes se podía llegar con una propuesta novedosa y a precios razonables.
“Estamos logrando entrar al mercado de México. Era una ambición grande y para lograrlo tuvimos el respaldo de Aldea”, recordó Sierra. Aldea es un programa creado por iNNpulsa Colombia –programa del Gobierno Nacional–, para respaldar con expertos, inversionistas y otros actores a los emprendedores innovadores con alto potencial que estén en etapa temprana.
Mientras en 2016 la compañía facturaba cerca de $990 millones, el respaldo de Aldea la condujo a reportar al cierre del año pasado cerca de $1.700 millones.
SALTO A INDIA
Las visitas que hicieron los socios a diferentes países en los últimos tres años les mostraron un destino que no tenían en sus cuentas iniciales: el mercado de India. “Tras los primeros acercamientos, ya estamos en fase de consolidación. Los compradores valoraron nuestra calidad por encima de productores como China”, asegura Sierra quien visitó varias ciudades de India.
La búsqueda de los socios no paró allí. El año pasado visitaron Emiratos Árabes Unidos, España, Francia, Chile, Panamá, Ecuador, Perú, e incluso Kenia y Australia.
Además, su salto a otros países también ha estado marcado por la variada presencia de las fajas y cinturillas en grandes jugadores del comercio electrónico mundial como Amazon, eBay, Walmart, entre otros.
En Colombia, aparte de aprovechar mercados con buenas proyecciones como Bogotá, Medellín y Cali –en los que las cirugías estéticas son cada vez más comunes–, Trueshapers busca abrir puntos de venta propios, ya que en los centros comerciales del país existen buenas posibilidades de arrendar espacios.
“Nos hemos fortalecido mucho. Nuestro crecimiento ha sido exponencial”, concluye Sierra quien tiene claro que su camino como exportador debe continuar sin importar las vueltas que dé el dólar. No dejar de innovar, investigar con dedicación y salir una y otra vez con las maletas cargadas de mercancías a darle una vuelta al mundo seguirán siendo deberes inaplazables para que los cuatro socios continúen llevando las fajas colombianas a otros continentes.
Héctor Sandoval Duarte
Especial para Portafolio