Los hoteles de Santa Marta han tenido durante la última temporada caídas en las reservas por la alza de los contagios en la ciudad, lo que afectó entre otras cosas, la temporada de Semana Santa pasada.
Ante este contexto, el Hotel Mercure, de la cadena francesa Accor, le apuesta a lo que denomina la “promoción de destino”, una estrategia que explota el turismo de naturaleza, y que hoy ya representa el 20% de los ingresos de la compañía, compensado las bajas en hospedaje. Alejandro Spinelli, gerente general del establecimiento habló con Portafolio sobre este y otras estrategias del turismo en la nueva normalidad.
¿Cómo es la historia de Mercure?
Mercure es una de las 35 marcas que tiene la cadena Accor, una empresa con 5.000 hoteles alrededor del mundo, 450 en Suramérica, y 19 actualmente en Colombia.
Nosotros llegamos en el 2015 como la primera cadena internacional que desembarcó en Santa Marta. El hotel cuenta con 140 habitaciones, una piscina de 362 m2 de espejo de agua, salones, con capacidad para 250 personas y una conexión a la playa en el sector de Bello Horizonte
El hotel también cuenta con su restaurante, un pool bar, y con todo esto el hotel básicamente está destinado tanto a un público vacacional como a uno corporativo.
¿Qué significa que promuevan el destino?
Adaptarse a la región significa que nosotros contamos con todas las amenidades para el destino donde estamos, intentamos dar al huésped experiencias a nivel local y acá nos referimos al ámbito de naturaleza.
Santa Marta Ciénaga, es sierra, es ríos, es mar y también ahora estamos viendo termas, termas de agua caliente en Santa Marta, es todavía un destino sin explotar, pero nosotros como Mercure nos adaptamos a la región y abrimos el hotel para todo el mundo, tratamos de romper el paradigma de qué el hotel es sólo para huéspedes, el hotel es para que lo disfrute todo el mundo.
Incluso vamos a un nivel un poco más allá: si se necesita lavar la camisa o plancharla se puede llevar al Hotel. O tenemos la opción de hacer coworking.
¿Qué porcentaje de los ingresos están representando los ‘tours’?
Todos los alojamientos están complementados con tours, y aunque depende de la estacionalidad, pues enero no es igual a mayo, actualmente representan entre un 15% y un 20%.
Hay otro segmento que se ha venido incrementado por la pandemia que es alimentos y bebidas, donde vemos crecimientos del 50%. Y básicamente han crecido porque la gente está disfrutando más del hotel, y obviamente con los toque de queda los restaurantes externos cierran mucho más temprano, mientras que los hoteles están exentos al de la normatividad.
¿Cuál ha sido el impacto de la pandemia en el hotel?
Evidentemente en 2020 permanecemos cerrados durante seis meses, pero destacamos que no incurrimos en ninguna desvinculación del personal. El año pasado fue sólo un 50% lo del 2019, a pesar de haber empezado un enero batiendo récord en ocupación e ingresos. Sin embargo, desde la reapertura y hasta marzo del 2021 podría decir que realmente los resultados para el hotel fueron positivos.
Enero febrero y marzo para nosotros fue muy positivo, la gente quería salir, sobre todo a espacios abiertos y de naturaleza. Tuvimos ocupaciones por encima del 95% en el hotel, persistentes en fines de semana largos y con visitantes principalmente de Bogotá, Medellín y Barranquilla.
Otra cosa, sin embargo, es abril. Evidentemente las definiciones que se tomaron a través de la resolución 068 del 24 de marzo y 069 fueron restricciones muy amplias que hicieron que se derivara todo el turismo hacia otros destinos como Cartagena. Las restricciones de Santa Marta sí hicieron que en Semana Santa se generara una contracción muy grande. Es un esfuerzo que desde el ámbito privado consideramos necesario para preservar la salud de la población.
¿Cuánto han invertido en las adecuaciones del hotel?
Hasta el 2020 estábamos hablando, entre procesos de certificación (check in certificado, all safe y bureau veritas), material y todas las adecuaciones, fueron entre $67 y $80 millones.
¿Qué expectativas tienen para este año?
Realmente toda la industria cambió. Ahora las reservas que se realizan son a corto plazo, por lo general todo el mundo reserva una semana antes cuando anteriormente se hacía con tres o cinco meses de anticipación.
Por el lado corporativo, las empresas también se ajustan en presupuesto y los eventos están transformándose a híbridos o 100% virtuales.
Las expectativas son entonces finalizar 2021 un 10% por debajo de 2019, eso era lo que preveíamos y volveríamos recién en 2022 a empezar a trabajar a los mismos niveles de 2019.
Lamentablemente hay escenarios que van cambiando, entonces trabajamos en forecasts a tres meses. Tenemos un escenario complejo también a nivel regional porque nosotros trabajamos con 75% de nacionales y 25% de extranjeros y hoy ese 25% se redujo a un 2%.